16 | Playa Nico

33.8K 2.5K 183
                                    

Olivia

Viernes oficialmente se ha convertido en mi nuevo día favorito. Sé que a la mayoría de la gente les encantan los viernes, pero yo los solía odiar. Supongo que para la mayoría de la gente viernes significa el final de una semana y con ello viene una libertad temporal donde puedes relajarte por unos días antes de empezar la rutina otra vez el lunes. Es la anticipación del fin de semana por venir.

Lo solía odiar por esta exacta razón. Nunca tenía algo para mirar adelante. Hacía de niñera y regresaba a casa los viernes. Mis fines de semanas consistían en tarea y rezar que mi papá tuviera un buen día para que pudiera hablar con él otra vez. Nunca podía relajarme o sentir esa libertad temporal. Para mí se sentía como una rutina monótona, y mis días nunca parecían ampliarse a nada.

Pero ahora todo eso ha cambiado. Ahora no puedo esperar por los viernes. Más específicamente, no puedo esperar por los viernes en la noche. El momento que llego a casa, esperando que Nico llegue. No sé cuándo empezó, pero ahora todo lo que hago es anticipar el momento que cruza por mi puerta con lo que parece ser una sonrisa permanente en su cara.

Suena el timbre y me toma por sorpresa. Reviso mi teléfono para ver la hora. Normalmente no llega tan temprano.

Me apuro hacia la puerta principal, una sonrisa formándose mientras veo por la mirilla. Abro la puerta y me saluda con esa misma sonrisa de lado que he llegado a amar. Me levanta como normalmente hace y me carga a mi habitación, pateando la puerta detrás de él.

Me pone de pie y se inclina para besarme. Me encanta como lo hace, sosteniendo mi cara firmemente con sus dos manos. Esto es. Este es el momento preciso que anticipo toda la semana.

"Estás temprano," digo una vez que recupero el aliento.

"No podía esperar más," responde. Él sonríe, sus ojos verdes mirándome con emoción.

"¿Cómo estuvo el partido?" pregunto, no gustándome que me lo perdí otra vez.

"Perdimos," dice, aún sonriendo.

"¿Entonces por qué estás contento?"

"Porque estoy aquí ahora. He estado esperando todo el día para esto," dice, acariciando mi mejilla.

Dios, hace que mi corazón se derrita todo el tiempo. Lo alcanzo para besarlo otra vez. "¿Déjame empacar una bolsa y nos vamos?"

Asiente con la cabeza y lo suelto para agarrar un cambio de ropa de mi clóset. Ya hubiera empacado algo, pero no lo había hecho todavía ya que llegó temprano.

Estoy escogiendo unos pantalones cuando Nico se acerca detrás de mí. Envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y besa mi cuello, justo debajo de mi oreja.

Es el lugar que siempre me hace estremecer. Me volteo, y su boca de repente está en la mía de nuevo. No puedo resistir y lo beso de regreso.

"Me gusta esto," dice, sus dedos jugando con los shorts de mi pijama.

Ay dios, se me había olvidado que todavía los traía puestos cuando abrí la puerta. Son de tipo muy corto que no uso fuera de la cama. "Asegúrate de empacar estos también," susurra, su aliento caliente sobre mi cuello. "Y apúrate," dice, con una mirada juguetona.

Jesús, de repente se siente como mil grados en mi habitación. "Entonces no me distraigas. Siéntate. Sólo me tomará un minuto."

"Sí, señorita," sonríe y se acomoda sobre mi cama.

Rápidamente agarro una camisa y la meto a una bolsa. Puedo sentir a Nico mirándome y todavía me distrae. Causa que me sonroje cuando busco en mi cajón de ropa interior tratando de encontrar unos pantis decentes. Nunca me preocupaba de ello, pero últimamente se ha vuelto cada vez más importante. La razón está actualmente sentado en mi cama.

Amando A OliviaWhere stories live. Discover now