9 | Oh Hermano

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Nico

Olivia está en mis brazos y se siente tan bien. Me inclino para besarla, y sus ojos hermosos destellan al abrirlos. Gris con manchas de azul. Ella me sonríe y no puedo resistir.

La jalo debajo de mí y continúo besándola. Su cuerpo es tan suave y maleable y cabe perfectamente bajo el mío. Ella enreda sus dedos en mi pelo y hace un pequeño sonido en su garganta que me vuelve loco.

La beso en el cuello y la agarro por la cintura. Mi mano se desliza bajo su playera y acaricio su estómago con mi pulgar. Ella comienza a respirar fuerte y arquea su espalda. Dios, es el sueño de todos los hombres.

Me aprieto contra ella y gime deliciosamente. Lo hago una y otra vez, queriendo que ella sepa lo que me hace. Lo mucho que la quiero.

"Nico," ella susurra, pero suena más como una súplica. Escucharla decir mi nombre así me deshace completamente.

Me reclino para quitarle la playera en una moción. Ella levanta sus caderas en invitación silenciosa, y la ayudo a salirse de sus pants. No puedo creer lo rápido que esto está pasando.

Apenas tengo tiempo para admirar su belleza, cuando me jala hacia ella de nuevo. Nuestro cuerpos se realinean justo en el lugar correcto y sus brazos se envuelven alrededor de mi espalda, manteniéndome ahí.

"Te quiero," ella me dice mientras su mano se desliza debajo de mis bóxers.

Mis ojos se abren de sopetón, y estoy mirando al techo. Froto mis ojos, tratando de orientarme. Me volteo y veo a Olivia durmiendo con su espalda hacia mí. Maldición, fue un sueño. Pero se sintió tan real. Recorro las sábanas para asegurarme y descubro que sí está completamente vestida. Y yo estoy completamente duro.

Suspiro, tanto en decepción como alivio. Decepción porque desearía que sí hubiese sido real, y alivio porque también sé que es demasiado temprano para que eso pase. Entro en pánico ante ese último pensamiento. Si me ve así se va a asustar. Me salgo de su cama rápidamente, poniéndome los jeans. Necesito reajustarme. Me salgo de su habitación y cierro la puerta detrás de mí suavemente.

Prácticamente corro al baño y enjuago mi cara con agua fría. Enseguida me doy cuenta que no es suficiente y coloco mi cabeza bajo la llave. Dejo que el agua corra por mi pelo mientras me trato de calmar. Las imágenes de mi sueño todavía están muy presente y es difícil calmarme.

Dios, mis sentimientos hacia ella están fuera de control. Me siento tan atraído a ella que es insano. La quiero tanto. Quiero todo con ella. ¿Cómo es posible? Sólo la he conocido bien unos cuantos días. Es una locura y me asusta. No sé cómo lidiar con esto. Necesito salirme de aquí antes de que la cague. Necesito ir a mi casa y pensar en esto.

Finalmente cierro la llave y dejo que las últimas gotas de agua escurran por mi pelo y dentro del lavabo. Agarro una toalla para secarme, preguntándome si debería despertarla antes de irme. Tal vez le puedo dejar una nota.

Tocan la puerta y respiro fuertemente. Olivia debe haber escuchado el agua correr o he estado aquí adentro demasiado tiempo. Supongo que necesito ponerme los pantalones y enfrentarla. Soy tan cobarde. Cuelgo la toalla y abro la puerta.

Ana me está mirando fijamente.

¿Qué demonios?

Me pellizco el brazo, creyendo que todavía estoy soñando, pero ella no se va, aún cuando mi uña empieza a enterrarse dentro de mi piel. ¿Por qué no está yendo?

"¿Qué estás haciendo aquí, Nico?" mi ex susurra, su cara igual de estupefacta como la mía debe estar.

¿Qué diablos está haciendo ella aquí?

Amando A OliviaWhere stories live. Discover now