17 | Cicatrices

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Nico

Olivia está debajo de mí, semidesnuda en mi cama.

Debí haber imaginado esto mil veces, pero nunca imaginé que pasara así. No puedo recordar cómo llegamos aquí. Creo que a lo mejor me desmayé en alguna parte del camino. Un momento estaba admirando lo bella y sexy que se veía Olivia mientras entraba al jacuzzi, y el siguiente estaba envolviendo una toalla alrededor de ella y corriendo de regreso a mi habitación.

Sólo se me ocurrió la idea del jacuzzi porque dijo que quería relajarse. Estaba esperando tener un pequeño chapuzón y terminar la noche. Ella normalmente está cansada los viernes después de tutorear y hacer de niñera, y normalmente cae muerta después de cierto punto de la noche, quedándose dormida encima de mí. Pensarías que me molestaría, pero me ha encantado cada vez que ha pasado. No hay mejor sentimiento en el mundo entero que ella durmiendo en mis brazos.

Pero esta noche es diferente. Está muy despierta y energizada. Prácticamente siento un zumbido que emana de ella. Su cuerpo se siente eléctrico. Creo que nunca la he visto tan viva.

Su toalla todavía está entre nosotros en la cama. La mía se cayó en el camino, pero me quedé con la de ella porque no quería que le diera frío o se enfermara. La habitación se siente bastante cálida, y mentalmente me doy una palmada en el hombro por subir la temperatura antes que nos fuéramos. Pero ahora necesito deshacerme de su toalla antes que pierda la cabeza.

Le doy un tirón, lentamente separando las esquinas y desenvolviéndola. Juro que se siente como si estuviera abriendo el mejor regalo que he recibido y jamás recibiré.

La toalla se libera y revela su cuerpo perfecto. Mi respiración se corta de nuevo, viendo sus pechos firmes y ese pequeño bikini azul. Al menos, la parte de abajo que queda de el. Me muero por desatar los cordeles a los lados de sus caderas. Casi lo hice cuando estábamos en el jacuzzi, pero luego me acordé en dónde estábamos. No quería que se sintiera como si estuviéramos en la mitad de un episodio de Girls Gone Wild.

En el momento, fue extremadamente difícil parar lo que estábamos haciendo, pero ahora que la estoy mirando extendida en la privacidad de mi cama, estoy tan contento que lo hice. No hubiera podido hacer la mitad de las cosas que ya estoy planeando.

Cubro su cuerpo con el mío, asegurándome de no poner mi peso encima de ella. Los dos todavía estamos algo mojados del jacuzzi, pero no me importa. Todo lo que me importa es liberarla del resto de su bikini.

Olivia inhala fuertemente mientras desato el lado derecho de su bikini. Inmediatamente paro, pensando que tal vez me moví demasiado rápido.

"Nico, tus shorts," dice sin aliento.

¿Quiere que me los quite? Porque lo haré felizmente. "¿Qué de ellos, bebé?" pregunto, asegurándome que estoy entendiendo esto bien antes que haga algo inapropiado.

"Están muy fríos," ella responde, un escalofrío corriendo por su cuerpo.

Maldita sea. Hacerla sentir frío era la última cosa que quería. Supongo que sí me los debería quitar después de todo. ¿Pero es lo que quiere que haga? Por un milisegundo considero envolverla de nuevo en la toalla, pero simplemente no tengo la fuerza de voluntad para hacerlo.

"Quítatelos," dice, una desesperación ligera en su voz.

Bueno, eso lo resuelve. No dudo más y me los quito. Termino de desatar su bikini y se lo quito. Desearía haber disfrutado de esta parte más, pero ella tiene frío y necesito que entre en calor de nuevo.

"Métete," digo, corriendo las sábanas de mi cama.

Ella se mete rápidamente y la sigo, jalando las sábanas encima de nosotros. La acerco a mí, internamente maldiciendo cuando la siento temblando.

Amando A OliviaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant