25 | ¿Podemos Regresar a Casa Ahora?

27.4K 2.4K 150
                                    

Nico

Olivia está besando mi mandíbula, sus manos suaves rastreando bajo mi pecho. Al principio pienso que es un sueño ya que mi cabeza se siente nublado, pero luego abro los ojos para encontrar su cuerpo desnudo junto al mío. Conozco lo que es real cuando lo veo. Hasta en mis sueños no podría imaginar esto.

"Nico, lo siento," ella dice, viéndose completamente avergonzada.

"¿Por qué? Me puedes tocar todo lo que quieras," contesto, tratando de hacer ligero el hecho que se quedó dormida anoche.

"No sé qué pasó."

"¿No te acuerdas?" pregunto, de repente entrando en pánico que tomé ventaja de ella.

"Claro que sí. Recuerdo todo. Sólo fue al final. Nunca había sentido algo así y fue muy intenso."

Me relajo al instante, trazando mis dedos contra su cuello. "¿Así de bien, eh?" digo lleno de orgullo.

Ella asiente la cabeza con timidez. "¿Te lo puedo compensar?" dice, sus dedos moviéndose poco a poco bajo mi estómago.

Mi cuerpo responde al instante. No que no ha estado en alerta alta durante las últimas veinticuatro horas, pero no pensé que me pudiera poner más duro. Quiero que me toque tanto que con gusto daría uno de mis riñones por ello.

Respondo deslizando su cuerpo caliente debajo del mío. Puede que no sea muy suave de mi parte, pero estoy empezando a desesperarme por alivio.

Olivia inhala fuertemente al posicionarme justo donde la necesito. La necesito más que mi siguiente respiración. Sus ojos destellan con deseo, y de repente estoy reviviendo anoche de nuevo. Excepto que esta vez estoy completamente consciente de todo y tengo absolutamente cero reservaciones.

"Me vuelves loco, Olivia. Completamente loco."

Beso sus labios perfectos mientras sus manos corren lentamente bajo mi espalda. Ya se siente tan cálida y maleable, estoy a segundos de romper todas mis reglas y tenerla aquí mismo.

Escucho un teléfono sonar en alguna parte, pero decido ignorarlo. Quien sea que es puede esperar. Pero una vez que para, escucho otro sonando afuera. Estoy por ignorar ese también cuando escucho la voz de Sofía contestarlo, y siento que me acaba de caer una cubeta de agua helada.

"Hola mamá," ella contesta. "Sí, muy bien. Ha sido muy divertido."

¿En serio? Mi mamá no puede ser más inoportuna. Maldigo, pensando que sólo no está en las cartas para mí.

"Creo que todavía está durmiendo. Te trataremos de llamar más tarde."

Al menos Sofía tiene el sentido de saber cuando dejarme solo. Si sólo hubiera conseguido un apartamento que no tuviera malditas puertas francesas. Digo se ven bien y todo, pero son sumamente imprácticas.

Miro hacia Olivia y tiene su mano cubriendo su boca, forzándose a no reír. De alguna manera la hace ver hasta más sexy que antes. Supongo que es eso o llorar, no hay otra opción. Creo que voy a optar por el segundo.

"Me voy a bañar," le informo, evitando su mirada. No puedo aguantar mirar su cuerpo tentador un segundo más y no tenerla.

Trato de ajustarme en mis bóxers al salirme de la cama, pero es imposible. Creo que puede ser que tenga el peor caso de calentón de huevos en todo el mundo.

"Nico," ella llama detrás de mí, pero simplemente no me puedo voltear.

"Está bien," digo, y me salgo corriendo al baño.

Me desvisto y prendo la ducha, dejándolo en frío a propósito. Pero hasta el agua helada no hace nada para ayudar mi situación. Más bien al contrario, está empezando a doler. Considero aliviarme yo mismo, pero la única cosa parándome es el hecho que estoy en el baño de mi hermana.

Amando A OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora