Amando A Olivia

24 | Siéntelo

Olivia

"Ahora regreso. Voy al baño," le susurro a Nico.

Ahora hemos pasado a jugar billar y por lo que me doy cuenta, todos somos bastantes malos excepto por Nico.

Él inmediatamente suelta su palo de billar. "Iré contigo. Necesito ir también."

No sé si está siendo protector por lo de antes o piensa que me puedo caer dentro del inodoro por toda la cerveza que me he tomado esta noche.

Sólo hay dos baños en este sitio y son unisex. Como el primero está ocupado, Nico me abre la puerta para el segundo siendo el caballero que es, pero me sorprende cuando me sigue adentro y cierra la puerta con llave detrás de él.

"Realmente necesito ir, Nico," digo riéndome.

"Yo también. Así que apúrate," responde despreocupado.

"¡Nico, no voy a ir enfrente de ti! Ve a esperar afuera."

"De ninguna manera. Bebé, sólo ve. Estamos perdiendo tiempo aquí," él bromea.

Dudo un momento. ¿Realmente vamos a hacer esto? "Tú ve primero. Puedo esperar," digo, pensando que lo puedo echar una vez que termine.

"Está bien," contesta rápidamente, moviéndose hacia el inodoro y levantando el asiento.

Retrocedo hacia la pared opuesta, sin creer que esto esté pasando hasta que lo escucho bajar el cierre de sus jeans. No puedo evitar reírme y me volteo mientras va al baño.

"Todo tuyo," él dice una vez que termina, y baja el asiento por mí después de jalar la cadena.

Mi plan de antes se estropea cuando se dirige al lavabo y me doy cuenta que no puedo aguantar más.

"No mires," le advierto, y lo puedo ver sonriendo mientras asiente con la cabeza. Me convenzo que ya me ha visto en muchas situaciones más vergonzosas al seguir adelante.

Cuando termino y finalmente tengo el valor de mirarlo, veo que está jugando con su teléfono y estoy agradecida por la privacidad dada la situación.

Él viene detrás de mí mientras me estoy lavando las manos, y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura. "Eso no estuvo tan mal, ¿o sí?"

Trato de no acordar con él por terca al secar mis manos con una toalla de papel. Lo miro por el espejo y me sonríe. Justo cuando pensé que no podía sentirme más cerca a él, rompe otra de mis barreras en una manera tan inesperada.

Lo miro mientras agacha su cabeza para besar mi sien y luego la curva entre mi cuello y hombro. Hay algo excitante al poder ver su expresión a través del espejo mientras lo hace. Casi no reconozco la mía. Es despreocupada y alegre. Es feliz. Estoy feliz, me doy cuenta.

¿Quién pensaría que este viaje resultaría ser la mejor forma de terapia?

Me retuerzo cuando él mordisquea mi oreja antes de mirarme otra vez por el espejo. "He extrañado estar así contigo," dice.

"Yo también lo extrañé." Me volteo en sus brazos, alcanzándolo para besarlo. No sé cómo consiguió hacerlo, pero de repente me siento mejor de lo que me he sentido en semanas. Y se siente como si fuera el principio de más por venir. "Te quiero, Nico."

Lo quiero decir en todo el sentido, y él es rápido en entenderlo ya que gime inmediatamente. Retrocede de mí, revisando su teléfono rápidamente, antes de anunciar, "Nos vamos. Ahora."

Nico nos apresura fuera del baño y de regreso a la mesa de billar. "Nos vamos," él repite a Adrián y Sofía mientras recoge nuestros abrigos. "Nos vemos en la mañana."