Capítulo 29.

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Se tapó los oídos con las manos, aplicando fuerza. El sonido de las balas le lastimaba. Debía esperar a que se fueran, todos ellos.

El sonido de otros disparos hizo que pusiera mas fuerza. Los agentes estaban demasiado cerca de ella, si se descuidaba aunque fuera un poco, lo más probable era que la atraparan y no se encontrara con los demás.

Hace unos minutos se había encontrado con un grupo de gentes y se encargó de distraerlo, desviandolos de su camino con el uso de sus elementos, fue lo suficientemente llamativo como para que ellos hicieran uso de sus armas.

Esperó unos minutos más, parecían horas ahí sentada sin poder hacer nada, hasta que escuchó a los hombres correr lejos. Colocó su mano en el pomo de la puerta, con sumo cuidado lo giró y se asomó en la entrada.

Bien, los pasillos estaban vacíos.

Salió y cerró en silencio. Avanzó con la vista baja, a pesar de que las cámaras estaban desactivadas, debía de tener cuidado por si se llegaba a encontrar a un científico o un Agente que los estuviera buscando y en ese momento, bueno, todos estaban buscándolos.

Caminó a paso lento, asegurándose de que los pasillos estuvieran solos. Debía de apresurarse ya que tenía el tiempo contado, igual su hermana y los demás podían dejarla ahí dentro, pero no lo harían ¿O si?

Llevaba en la mano el auricular que le había dado la directora, que mantuvo oculto todo ese tiempo.

Angelina había sido clara al momento de dejarla salir.

Pensaba en cómo Sara había sido ingenua al no sospechar de por qué le había dado su ubicación así tan fácil, ni siquiera le preguntó si era cierto o no, eso la molestaba.

Y tal como sospechaba, Angelina se puso en contacto con ella.

-Alba -le llamó.

-Diga -respondió después de unos segundos.

-Espero que no lo hayas olvidado -le recordó.

-No lo hago -sacudió la cabeza, aun cuando ella no podía verla.

-Bien, dime su ubicación -le pidió -Dámela y te dejaré ir.

-Ella... - empezó pero no sabía que decir, la mujer le había mentido desde el inicio, le mintió sobre su libertad y en cambio la usó para sus experimentos, apretó los puños y disminuyó el paso -Ella...

-Alba, no tienes alternativa, Sara es tu única salida.

Mentira.

Sara estaba planeando escapar de ese lugar, y era una salida bien planeada, no podía delatarla.

Ya no importaba si en el fondo la odiaba por robar su vida, ya no importaba lo que ella sintiera al respecto, era cuestión de creer en si lograría salir o no. Y en ese momento contaba con el apoyo de todos los Alterados del laboratorio, claramente tenía laa de ganar.

-Es verdad, ella es mi única salida, la cuestión es... -le dijo a la directora -De si tomaré el camino que me ofrece usted... O ella.

-Alba, ten cuidado con lo que harás o-

-¿O qué? -le interrumpió -No tengo nada que perder, salvo la vida, pero esa me pertenece.

Es lo único que me pertenece, pensó con tristeza.

-Así que no, no le daré su ubicación. Tomaré el camino que Sara me ofrece -dictó, se quitó el auricular de la oreja, lo tiró y lo pisó hasta hacerlo pedazos.

La Chica de los Cuatro Elementos Pt.1Where stories live. Discover now