Vol. 1. Capítulo 89: Pague la cuenta

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Cuando abrieron la puerta de la suite presidencial, tanto Tang Feng como Lu Tian Chen se congelaron y miraron en estado de shock. En el piso había un corazón rojo hecho de pétalos de flores. Además, candelabros de plata con velas encendidas brillantemente cubrían las mesas, los gabinetes y cualquier otra superficie disponible. Un leve olor a perfume dulce impregnaba la habitación. Incluso había una botella de champán helada esperando dentro.

—Presidente Lu, ¿está seguro de que reservó la suite presidencial y no la suite de luna de miel? —Tang Feng entró y pasó por encima del corazón hecho de pétalos. Finalmente entendió por qué la recepcionista los había mirado tan atentamente y comentó gentilmente "Les deseo felicidad" mientras recibían sus llaves en la recepción.

Debieron haber entendido algo mal, ¿verdad?

—Está bien mientras sea habitable —Aunque no entendía en qué momento se había equivocado al registrarse, Lu Tian Chen recuperó rápidamente su habitual calma después de la sorpresa inicial.

—Bueno —Tang Feng dejó su equipaje e inmediatamente se dirigió al baño. Cuando llegó al baño, descubrió que la bañera ya había sido llenada con agua que se mantenía a una temperatura cálida constante. El personal del hotel era realmente atento a los detalles. Probablemente calcularon el momento en que los invitados llegarían y especialmente prepararon todo. Velas semitransparentes y fragantes se colocaron junto a la bañera cuadrada de mármol, mientras que los pétalos de rosas frescas flotaban en el agua del baño.


Tang Feng no tenía la costumbre de tomar baños de pétalos de rosa, sin embargo, dado que el hotel ya lo había preparado, ¿no sería un desperdicio si al menos no lo disfrutaba? Dios sabe cuánto se gastó comprando esas rosas frescas. Además, Lu Tian Chen fue quien pagó la suite, Tang Feng no podía permitir que su dinero se malgastara.
Tang Feng se quitó la ropa y probó el agua; era la temperatura correcta.

La débil fragancia del agua era encantadora, pero lo que más le gustó a Tang Feng fue la televisión dentro del baño. Un control remoto fue sido instalado al lado de la bañera. Podía recostarse, mirar televisión y cambiar canales cuando quisiera. Unos minutos más tarde, la puerta del baño se abrió y entró Lu Tian Chen con un albornoz.

—Presidente Lu, hay un baño en su habitación —Tang Feng amable- mente le recordó al gran presidente que caminaba en su dirección. Había dos dormitorios enormes en la suite presidencial y cada uno tenía su propio baño privado.

—Pague la cuenta —La respuesta de tres palabras de Lu Tian Chen hizo que Tang Feng se quedara mudo.

Usted pagó la cuenta. Entonces, ¿qué pasa si pagaste la factura? Yo también fui rico una vez. Por supuesto, todo mi dinero ha sido donado a caridad por ahora.

Antes de que Tang Feng pudiera decir algo, Lu Tian Chen se abrió la bata de baño y organizó un espectáculo de striptease justo delante del actor. El cuerpo de Lu Tian Chen no era del todo inferior al de Charles. Desde los músculos tonificados y al delicado contorno del cuerpo de Lu Tian Chen, Tang Feng podía ver que el otro disfrutaba haciendo ejercicio. Lu Tian Chen dejó caer su albornoz en el suelo, trepó y se metió en la bañera, sentándose frente a Tang Feng.


Tang Feng se cubrió los ojos con una mano y suspiró levemente. — Aunque ambos somos hombres, no tengo la costumbre de tomar baños con otro y mostrar nuestros cuerpos el uno al otro.

— ¿Qué te preocupa? ¿Miedo de que te lleve por la fuerza? —Lu Tian Chen preguntó con una expresión seria. La disparidad entre sus palabras y su expresión era lo suficientemente extraña como para hacer que Tang Feng quisiera reír.

Tang Feng escuchó un chapoteo cerca de él y miró a través de las grietas de sus dedos para ver que Lu Tian Chen se había movido para sentarse a su lado. Como la bañera era bastante grande, no se tocaban a pesar de estar juntos. Además, Lu Tian Chen deliberadamente no se sentó frente a él.

—Presidente Lu, esto no es gracioso en absoluto. ¿Por qué crees que serás el que me lleve con fuerza y no al revés? —Tang Feng tomó represalias con un comentario despiadado. No soportaba que Lu Tian Chen lo tratase como si fuera débil.

Lu Tian Chen se salpicó la cara con un poco de agua y sonrió levemente. —Tengo un cinturón negro en karate y un cinturón rojo en judo —Lu Tian Chen apoyó su cabeza contra el reposacabezas de piedra en la bañera. Miró de reojo a Tang Feng, una pizca de alegría en sus ojos. — ¿Estás seguro de que puedes vencerme?

—Apoyo la paz, no la violencia —Alzando sus manos, Tang Feng se levantó del agua. Completamente desnudo, salió de la bañera y agarró una bata de baño en su camino para cubrirse. Sin darse la vuelta, dijo, —Tómese su tiempo y disfrute de su baño, Presidente Lu. Buenas noches.

¿Se suponía que debía estar impresionado de que Lu Tian Chen supiera karate y judo? Tang Feng tenía un cuerpo sano en este momento. Definitivamente iría a aprender artes marciales cuando su agenda se abriera. No estaba escrito en piedra quien estaría golpeando a quien todavía.


Al mirar la figura en retirada del otro hombre, Lu Tian Chen finalmente rio brevemente. Cerró los ojos y continuó bañándose.

El Rey De La Pantalla De Cine (Vol 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora