Capitulo 19

5.9K 629 108
                                    

—¿Estarás mucho tiempo por aquí? —Le pregunta la madre, pero apenas la escucho, estoy tan conmocionada que ni siquiera puedo parpadear—. Si te apetece, podemos comer juntos después.

—No, No. Nosotros nos vamos ya. Solo vine a traer a Valeria y a las chicas, pero... se supone que estaban en otra consulta. Veníais al digestivo, ¿verdad? ¿Eso no está en esa clínica? —Señala hacia la ventana y rasca su cabeza de nuevo, desconcertado—. ¿O es que estoy confundido...?

—Un momento. —Su madre lo interrumpe— ¿Conoces... a estas chicas? —Nos mira—. ¿Ellas son las que dijiste anoche que se estaban alojando en casa de Marcus? —Levanta una ceja y siento que el corazón se me para.

—Sí —sonríe—. Qué casualidad, ¿verdad?

—Demasiada... —La doctora suspira sonoramente expulsando el aire por su nariz.

—Nos conocimos en España —continúa mientras me sonríe.

—¿En una de tus fiestas? —Parece que la madre está al tanto de lo que hace cuando viaja.

—Sí. —su rostro se colorea—. Pero en mi defensa diré que esta la organizó Marcus, así que a mí no me culpes.

—Oh, Dios mío... —Niega con la cabeza—. ¿Y cuánto hace... de eso?

—Pues no lo sé, mamá, pero ¿qué más da cuánto haga? Eso es lo de menos.

—¿Cuánto hace de eso, Valeria? —Ahora es a mí a quien se dirige y mi vello de la espalda se eriza.

—Unos.... tres meses, más o menos... —Expulso el aire de mis pulmones y veo en sus ojos el momento exacto en que ata cabos.

—¡Ay, señor! —La mujer cubre su pecho con las manos y respira como si estuviese comenzando a faltarle el aire

—¿Qué pasa? —Pregunta Valentin al notar la tensión que se está generando.

—No ocurre nada, hijo... —La madre me mira y puedo notar la angustia en su rostro—. No ocurre nada...

Busco a las chicas con la mirada y están observando la conversación, atentas. Si no me tachasen de loca, podría jurar que hasta están disfrutando de ella.

—¿Entonces? Sigo sin entender... ¿Por qué están en tu consulta en vez de en la consulta del digestivo? —Comienza a sospechar—. ¿Te han mandado aquí?

—Sí. ¡Sí! —Su madre se adelanta—. El digestivo las ha derivado aquí... ¿verdad? —La doctora aprieta su boca frente a mí y no me queda más remedio que asentir apoyando su mentira.

Esto es irreal. ¿Por qué le está ocultando la verdad? ¿Será que primero se quiere asegurar?

—Y... bueno, ¿cómo está todo? ¿Estás bien? —Me pregunta ahora a mí.

—Demasiado bien —Su madre se vuelve a adelantar y aunque intenta disimular, se puede notar que está agitada.

—Oh, eso es genial. Entonces, ¿ya no tiene que guardar reposo? —Al notar que es ella quien responde, le vuelve a preguntar.

—Sí, tiene que hacerlo unos días más, así que procurad entre todos que no se mueva demasiado. —Le indica en tono serio—. Cuídate bien, Valeria. —Cada vez que se dirige a mí, el cuerpo se me tensa—. Llámame cuando estés sola —susurra a la vez que finge una sonrisa para dar paso a la siguiente pareja.

En total silencio salimos de la clínica y Valentin se detiene para mirarnos.

—¿Se puede saber qué ha ocurrido ahí dentro? —Sabe que algo no va bien—. A mi madre le pasa algo raro y vosotras no parecéis las mismas que hace un momento veníais conmigo.

Cupido, tenemos que hablarWhere stories live. Discover now