Capitulo 3

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Es difícil describir que es estar muerto por 2 minutos, algunas personas creen haber visto a Dios, otras se ven en la despedida con sus seres queridos y algunas más ven la unión de su alma con la luz blanca y brillante al final del gran túnel negro, yo no puedo coincidir con alguna de estas suposiciones, yo creo soy de esos casos especiales ya que por más que trato de recordar, la verdad es que no recuerdo nada.

Pasados algunos minutos pude escuchar sonidos e identificar voces, creo me encontraba a bordo de alguna ambulancia, solo escuchaba la voz de un hombre y una mujer que intercambiaban números con letras raras, supongo eran mis signos vitales, alguien que me tomaba de mi mano izquierda y otra persona más que hablaba por teléfono.

Ahora sé que la persona que estaba en la conversación por teléfono era mi hermano, al cual se le escuchaba de manera preocupada y con voz melancólica.

-Fue mi culpa mamá,-decía entre llanto- lo sé, tiene que estar bien, vamos camino al hospital.

Supongo que mi mama, del otro lado del teléfono estaba muy preocupada, ya que el cada vez se ponía más nervioso.

-lo sé, si algo le pasa, cargare con eso en mi conciencia, ahora solo necesito que vengas, los necesito a los dos, Taly nos necesita, dicen los paramédicos que esta grave, NO MAMA, estuvo muerta por unos minutos, puede volver a caer en paro.

Ahora comprendía la gravedad del asunto, estaba realmente grave, y eso era muy preocupante para mí, no quería morir, quería despertar para decirle a mi hermano que no era su culpa, que yo había decidido quedarme, que ellos solo se divertían y yo no supe darles su espacio.

La otra persona que me tomaba mi mano izquierda cada vez la apretaba más, y sus sollozos llegaban más adentro de mis oídos.

-perdón princesa, no me puedes dejar.... No puedes morir así, te quiero... no puedes irte- decía una voz que yo no lograba reconocer- te necesito conmigo, te amo, te eh amado siempre- y besaba mi mano mientras yo sentía sus lágrimas que mojaban su rostro

Esa voz... , no podía creer lo que estaba escuchando, jamás imagine que el sintiera algo por mí, era mi amigo, casi mi hermano, y pensar que él me amaba Ethan me amaba.

En el transcurso del viaje en ambulancia, sentía como que me desconectaba de la frecuencia en la que fuera que estuviera sintonizada en ese momento, y después de unos momentos regresaba a escuchar las voces de Ethan y mi hermano, escuchaba preguntas tan tontas que mi hermano le hacía a los paramédicos y es que no era para menos, él estaba preocupado y cargaba con la culpabilidad de haberme ignorado en la fiesta.

Sentí que la ambulancia paraba e inmediatamente las personas que se encontraban dentro de la cabina de ella se movilizaban, todos corrían conmigo a bordo de la camilla y escuche que rápidamente pidieron la autorización para entrar a cirugía, quería gritarles que me explicaran que era lo que pasaba, que ocurría, porque me operarían, pero la verdad es que ni siquiera mis ojos podía abrir.

Algunos piquetes, supongo agujas de suero y anestesia, atravesaron mis venas, las voces de personas que se encontraban dentro del área de quirófano se hacían cada vez más tenues, la anestesia estaba haciendo reacción y yo solo esperaba que pudiera despertar al término de la intervención quirúrgica.

No sé cuánto tiempo paso pero mi oído comenzó a cobrar vida, y escuchaba voces que al principio no las reconocía.

El pitido de la máquina que indicaba que estaba viva cada vez llegaba a fastidiarme más, y sabía que tenía que lidiar con eso, pues por más que quería abrir los ojos no me era posible, así que esa era la única forma de saber que aún me encontraba dentro del mundo de los mortales.

La primera voz que reconocí fue la de mi mama, ella había entrado a la habitación y había llorado por verme en el estado que me encontraba, por lo que había escuchado habían pasado dos días desde el accidente y se encontraba muy angustiada por la situación que se había presentado, mi padre la acompañaba porque en ese momento presencie la primera pelea entre ellos en toda mi vida.

-esto no hubiera ocurrido si tú les pusieras más atención- mi padre le reclamaba a mi madre, era la primera vez que escuchaba que él le hablara así.

-no es mi culpa, la culpa es tuya por preferir el trabajo antes de nosotros.

-tú no tienes la necesidad de trabajar, yo te doy lo necesario para vivir.

-tengo necesidades que no solo implican dedicarme a ti y a mis hijos, yo los amo pero también tengo necesidades de realizarme como mujer profesionista.

-No me vengas con cosas como esa, tu solo tienes la obligación de estar para lo que la familia pida.

-y tú crees que yo estaré contenta con solo verte unas horas y verte con tus amantes, te lo advertí una más y el divorcio estaría en planes.

- tu no vas a hacer nada de lo que dices y es lo último que te digo.

Y con esto terminaba con la imagen y reputación en la cual tenía a mi padre, todo había sido una farsa, una imagen de mentiras la cual siempre había estado oculta.

El segundo en reconocer fue a mi hermano, el cual estaba más que arrepentido por haberme tratado así, creo que los regaños habían sido bastantes altos porque su culpabilidad realmente le salía en todo su esplendor.

-perdón Taly... no quise que pasara esto, solo quería divertirme, no medimos las consecuencias, te quiero, todos te queremos y no queremos que sufras...

El tiempo paso y uno a uno de los chicos de la pandilla dieron su recorrido por la habitación todos estaban más que arrepentidos, sus palabras de cariño eran mi motor para poder despertar pero simplemente no podía.

Alguien entro a la habitación y al momento que empezó a hablar reconocí su voz, era Ethan, mi Ethan, aquel chico con el cual había crecido, con el que había vivido más de una aventura, aquel al que había acompañado en alguna canción que se le ocurriera, ese chico que sin pensarlo me amaba pero no era capaz de demostrarlo y lo había callado por mucho tiempo.

-Taly, despierta nena, te necesito, no eh sido muy claro contigo y me parece cobarde decirte esto aun sabiendo que quizá no me escuchas...- tomaba mi mano y sentía su angustia- pero te amo tanto, siempre te eh amado, pero es tan difícil, porque eres como mi hermana, pero no puedo vivir sin ti, no sabes los celos que sentí al verte con ese niño rico con el que charlabas en la fiesta, tu sonrisa tan hermosa, no puedo imaginarte con otra persona, no Taly, no te puedo ver amando a otra persona que no sea yo.

En ese momento mi corazón gritaba de alegría, quizá nunca me había dado cuenta de los sentimientos de Ethan, peor de algo estaba segura yo lo quería, y si a alguien podía amar era a él, si no era que ya lo amaba, pues era como si el con sus palabras diera paso para abrir las ventanas y dejar salir todas aquellas emociones que se habían encontrado encerradas y hoy volaban y decían él es tu amor.

-disculpe joven, tengo que checar a la señorita- decía la voz de una señora, que debía de ser la enfermera.

-si claro pase, una pregunta por que tarda tanto en despertar?

- quizá es por la manera en que se dieron las cosas, la operación y la anestesia debieron crear un traumatismo en su mente y es lo que impide que ella despierte, no debería tardar tanto supongo que para mañana ya la tendremos de vuelta, por ahora solo le puedo decir que está bien y que ya no hay peligro por el cual preocuparse, así que continúe, que yo ya eh terminado.

-vez princesa, ya deberías de despertar, ya quiero ver esos ojos grandes que hacen que yo sienta que vuelo cada vez que te tengo frente a mí, por favor Taly has un esfuerzo te quiero cerca.

TÙ, MI PEOR DEBILIDADWhere stories live. Discover now