Capitulo 15

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Dejar a mi madre después de estos 2 años y medio y ser solamente ella y yo fue muy doloroso, pero ella comprendió que, así es la ley de la vida, uno se casa, se es feliz en pareja, después vienen los hijos, los ves creer, madurar y por ultimo ellos tienen que emprender su viaje.

Así fue más o menos con nosotros, solo que ella se quedaría sola cuando a mí, me tocara forjar mi viaje por si sola.

Había elegido la universidad de california por sus grandes cualidades, su inmensa calidad en los procesos estudiantiles, y porque de alguna u otra forma deseaba alejarme más de los recuerdos que había decidido enterrar.

Siempre fue mi sueño ser parte de los grandes editores, diseñadores, o capturistas de imágenes más famosos del mundo, mi pasión siempre ha sido el diseño, y la fotografía lo complementaba.

Decidí tomar una de las habitaciones que el campus ofrecía como sistema de becas, no era que me agradara la idea, pero me vendría bien convivir más con personas de mi edad, alejarme de aquella soledad en la que me había sumergido, salir de mi circulo de confort, enfrentarme a los retos de la vida, ser feliz, ser libre, ser yo misma, por eso fue que mi decisión fue esa, estar dentro de un hogar compartido con chicas de mi edad, que yo aprendiera a vivir diferente a lo que estaba acostumbrada, pero temía, temía por no poder acoplarme a la vida de ellas, a mi vida nueva.

Mi madre y mi hermano me acompañaron a verificar el campus, pero ya fue merito mío encargarme de los demás procesos por mi sola.

Cuando recibí el correo de aceptación a la facultad, fue uno de los momentos más felices de mi vida, y aprendí que las pequeñas cosas son las que realmente valen la pena rescatar y guardarlas en tu memoria de felicidad a largo plazo, un simple papel me había hecho feliz, y me enorgullecía de mi misma.

-mama...........!!!!!!!-gritaba como loca desde la sala, brincaba, mi éxtasis salía por cada poro de mi piel, mi felicidad se notaba, abrazaba la laptop de tal manera que se me figuraba que aquel artefacto era la razón de mi felicidad de mi sonrisa.

-que pasa cariño? que te sucede?, estas bien? Porque estas así?- entraba mi madre a toda prisa con cara de espanto.

Salte a sus brazos, la llene de besos, y grite...

-me han aceptado, soy parte de la facultad, me han aceptado mama, mi sueño, mi vida cambiara, mis planes se cumplen, puedes creerlo, estoy tan feliz- decía con una sonrisa en mi rostro, y con rastro de algunas lágrimas que se asomaban en mis ojos.

-ohm, Taly soy tan feliz, esto es por ti, por tu esfuerzo, ya verás todo saldrá bien... te lo aseguro, todo cambiara, todo cambiara...

-tiene que ser así mama, ha llegado la hora de que sea feliz.

Mi madre se encargó de hablarle a mi padre y hermano para comunicarles la noticia, ellos estaban igual de feliz por mi logro, por mi esfuerzo, el fin de semana se encontraban en Santa Mónica, para cenar en familia, decidieron que era momento de reunirnos ya que, después de que me marchara seria más difícil lograrlo.

Me encantaba la manera en que se llevaban mis padres, no había odio, tal parecía que ambos estaban contentos con su vida, sin embargo yo les guardaba un poco de rencor, más a mi padre, pro separarnos a mi hermano y a mí de esa forma tan repentina.

Llegaron el sábado por la mañana, y como era común en ellos, siempre lo hacían con un gran alboroto, tal parecía que teníamos años de no vernos, cuando últimamente mi hermano se encontraba en casa cada mes, mi padre aprovechaba a visitarme cada que salía por algún negocio, así que generalmente lo veía seguido.

Decidimos comer en casa, para pasar un rato conversando más amenamente entre nosotros, sin distracciones ni ruido exterior que afectara nuestra charla.

TÙ, MI PEOR DEBILIDADWhere stories live. Discover now