Capitulo 23

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El avión había aterrizado, había pedido que no fueran a recogerme que yo llegaría sola, quería disfrutar el viaje del aeropuerto a casa, tome un taxi y pedí ayuda con mi equipaje.

El taxi recorría las calles que había dejado hace 7 años y que jamás pensé recorrer en estas circunstancias.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que el sonido de tono de aviso de mensaje me saco de ellos.

David:

-has llegado a casa?

Taly:

-acaba de aterrizar el avión, voy en camino en taxi, pensé jamás volverías a comunicarte conmigo.

David:

-aun soy tu amigo, y me preocupo por ti, solo quiero que seas feliz, y espero la encuentres pronto, recuerda eres fantástica y fuerte, te quiero gracias por hacerme feliz estos meses, fueron fantásticos.

Taly:

-no quiero que acabe así, me prometiste que no te alejarías de mí, aun no decido nada y te has adelantado, por favor, dime que estás jugando.

David:

-no estoy jugando Taly, siempre estaré como amigo, pero no puedo seguir como tu novio hasta que aclares tus sentimientos, si hubieras superado todo, no me habrías dicho eso aquella noche, no dormía, y lo escuche todo, no me amas, me tienes un cariño, pero para mí no basta, como lo dijiste, necesito alguien que me ame sobre todas las cosas, pero recuerda siempre me tendrás para apoyarte.

Decidí no responderle, él lo estaba terminando y ahora me sentía culpable, había herido sus sentimientos, y yo había jurado que nunca haría algo así.

Estaba derramando lágrimas, hasta que me di cuenta que pasábamos por la casa de Ethan, todo parecía tal como hace años, todo seguía igual, igual como lo había dejado hace tiempo, la casa de Mark, seguí igual y aun se encontraba la alberca, esa que yo misma le había pedido que no quitara, porque con su ayuda superaría aquel incidente de aquel día.

El taxi se detuvo frente a mi casa, aquella casa que acumulaba muchos recuerdos que cada pared guardaba, cada risa, cada cumpleaños juntos, cada navidad, y también cada derrota.

El chofer me ayudo a bajar mi equipaje, y rápidamente un Andrew sonriente salía a recibirme.

-bienvenida a casa Taly- me abrazaba.- pensaba que te habías arrepentido, te demoraste mucho.

-hubo un retraso en el vuelo, pero ahora estoy aquí, no lo puedo creer que aquí este.-decia con gran expresión en mi voz y negando con mi cabeza

Nos adentramos a la casa y estaba decorada con globos y mantas de bienvenida, nunca espere un recibimiento así, aunque mi padre se había vuelto a casar, esa casa no era habitada por su esposa, él había elegido que siempre seria la casa de mi madre y de nosotros, ahora seria de Andrew y Sofi, ya que habían decidido vivir aquí después de regresar de la luna de miel por Europa, la casa aun seguía con el toque de mama, con las fotografías familiares, con los colores al tono del gusto de mi madre.

Dentro se encontraba mi padre y su esposa, mi madre, Andrew, Sofi quien me decía con la mirada que todo estaría bien y Josh.

Lo abrace en seguida, él era con el único que recientemente había tenido contacto, y en cierto modo era reconfortable tenerlo cerca.

-es tan agradable tenerte aquí osita.- apretaba mis cachetes de manera cariñosa

-no puedo creer que me sigan llamando así- le despeinaba el cabello.- pensé que Mark estaría aquí, pero creo que él no podrá perdonarme.

TÙ, MI PEOR DEBILIDADWhere stories live. Discover now