Capitulo 4

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Era tan desesperante no poder decir nada, ni emitir ningún movimiento quería despertar pero no podía, el tiempo paso y de la nada pude abrir los ojos, se encontraba oscuro y silencioso, era de noche y mi madre es encontraba dormida en el sofá de alado de mi cama, por primera vez podía sentir dolor en mi cuerpo, mi garganta quemaba, necesitaba agua, y un agudo dolor en mi pecho me hacía recordar que hace algunos días había tenido una operación.

-mi...mi.... –mi voz salía rasposa y débil que solo pronunciar esas dos silabas era un infierno- mami... eh despertado.

Me sentía débil y cansada me era imposible continuar emitiendo palabra, mi madre debía estar realmente agotada ya que le fue inútil escucharme, localice el botón de alarma que alertaba a los enfermeros de turno y rápidamente una enfermera que lucía mayor de lo que mi mente la había imaginado gracias a su voz, llego a la habitación, con una sonrisa de oreja a oreja me dio la bienvenida.

-cariño ya era hora, te han estado esperando durante unos días, creo tardaste de mas.- le dedique una sonrisa e inmediatamente volteé a mirar a mi madre.

La enfermera que ahora se llama Natalia movió a mi madre, quien sorprendentemente despertó, podría ver la angustia en su rostro pero en cuanto me vio su asombro cambio a llanto, corrió a abrasarme y me lleno de besos en la coronilla de la cabeza.

-oh cariño estas aquí, no sabes cuánto eh sufrido, has despertado mi niña, te quiero tanto.

-mi...mi... agua....

.

-o cariño claro espera unos momentos.- tomo la jarra de agua y me acerco el vaso, bebí desesperadamente y mi garganta sintió un alivio, la enfermera me checo y salió de la habitación, tardo solo unos segundo y regreso con un doctor el cual valoro y dio fe de que me encontraba bien y ahora solo venia la recuperación.

Mi madre inmediatamente tomo el teléfono y realizo unas llamadas.

-ha despertado... si hace unos minutos, la han valorado está todo bien,... no no pueden esperen hasta mañana, nada de relajo, los quiero tranquilos no pueden alterarla mucho, está bien cariño los vemos mañana.... Si yo también te quiero... descansa...

Al cortar la llamada me indico que se trataba de mi hermano, el cual estaba gustoso de recibir aquella noticia por lo cual quería ir corriendo a verme junto con los chicos y mi madre se lo había impedido.

A la mañana siguiente mi hermano y mi padre fueron de los primeros en visitarme, ambos se mostraban contentos y yo había olvidado que me encontraba enfadada con mi padre, quizá en otro momento le reclamaría.

Los chicos fueron los siguientes todos pasaron en conjunto, entraron con globos, peluches, chocolates y demás, pero mis ojos instantáneamente buscaron los de Ethan, el me sonrió y yo le respondí de una manera que nunca creí posible mi sonrisa ya no era de amigos ahora era de algo más.

Todos me abrazaron y se disculparon por lo ocurrido.

-perdón osita creo que nos pasamos nunca quisimos que esto ocurriera- decía Josh de manera triste.

-de ahora en adelante la piscina se cerrara, le eh pedido a papa que la convierta en un invernadero- Mark y sus ocurrencias.

-no quiero que la cierren Mark, ahora más que nunca necesito volver ahí y aprender a nadar, es un reto que todos me ayudaran a cumplir, estamos?

-todos estuvimos muy preocupados pero ay alguien que nos sorprendió... no es así Ethan?

-emm... yo me preocupe como todos, la quiero como ustedes la quieren, es como mi hermana, al igual que para ustedes- ohm eso no lo esperaba que dijera eso hizo que me sintiera triste.

TÙ, MI PEOR DEBILIDADWhere stories live. Discover now