Capitulo 22

81 7 0
                                    

La semana había pasado rápido, las cosas de la boda estaban preparadas y listas para trasladarse de una ciudad a otra, Sofi se encontraba empacando todas sus cosas pues después de la boda, ya no viviría más aquí, ahora solo sería yo sola, en el departamento el cual habíamos decorado juntas, en el que habíamos llorado y reído juntas, aquel donde había conocido a mi hermano y que había sido el escenario de las muestras de su amor, así como la muestra de amor de David hacia ama.

-bien chica, todo esta listo, hoy te vas tú, yo dentro de unos días, pero ya no regresaremos juntas, después de esto será todo diferente, ahora seré toda una señora casada- hacia una voz rara fingiendo glamour- y tu seguirás siendo aquella romántica empedernida que se esconde tras los libros pero con la diferencia que ahora tienes un príncipe de libro que te adora, y que siempre estará ahí.

-sabes que te extrañare verdad?, siempre serás muy importante, pues tú fuiste aquella luz en toda mi oscuridad, llegaste justo en el momento que te necesitaba- llorábamos juntas- y ahora eres mi cuñada, me sacaste de ese oyó Sofi, aquel que me enteré y aunque no Salí del todo, fuiste mi tabla para mantenerme a flote.

-Taly, mi Taly, eres mi hermana, ahora mi cuñada, la tía de mis futuros hijos y madrina de alguno de ellos, nunca te dejare, estaré aquí siempre, en cada caída, en cada oyó en el que te vuelvas a enterrar tu hermano y yo, estaremos ahí para sacarte, gracias por presentarte en mi vida, pro regalarme a tu familia por prestármele, por hacerme feliz, por ser mi mejor amiga, por estos años, por tu alegría reprimida que a veces salía y me hacía feliz, y por qué no por compartirme tus pasado, porque fui la primera que lo supo aparte de tu familia y que lo sintió igual que tú. Te quiero mi Taly, siempre te querré, y ahora es tu turno de ser feliz.

-no sé qué decirte, eres parte de mi destino, fuiste mi despertar, le diste sentido a mi vida, si no hubieras sido por ti jamás hubiera conocido a David, así que mi felicidad también.

- te quiero chica, siempre serás parte de mí.

Nos fundimos en un abrazo y sabía que todo sería diferente, David llego por mí y nos despedimos de Taly.

-cuídate, y pase lo que pase, aunque le hayas dicho a tu hermano que no harían nada de sexo, si lo haces disfrútalo y cuídate, no quiero que me ganes con los hijos.

-no pasara nada, te lo prometo, aún falta tiempo, no estoy preparada.

-todo a su tiempo.

El viaje hacia santa Mónica estuvo tranquilo, y la plática con David fue muy amena, le conté que estaba triste pro que no estaría más con Sofi y me dijo que era la ley de la vida, ahora esperara a que llegara mi turno y quizá todo cambiaria y comprendería más la situación.

Llegamos a la casa de mi madre y nos acomodamos en las habitaciones.

-David, es necesario que sepas una cosa, accedí a estar estos días contigo, pero debo confesar, que no se si pueda estar contigo en la misma habitación, yo nunca... nunca eh estado con un hombre- le decía bajando la mirada hacia el suelo.

-bonita, quiero que entiendas algo- decía acercándose más a mí y levantando mi barbilla para que pudiera ver sus ojos- yo no te hice la propuesta para estar contigo en el modo íntimo, lo dije para estar y disfrutar más el tiempo, yo sabré esperar el tiempo que sea necesario.

-no quiero que te veas obligado a esperar, si no puedo darte algo que deseas, comprenderé que lo busques en otra persona.

-eso jamás pasara, yo te quiero a ti, y por ti esperare, un noviazgo no solo es sexo, también son aquellos momentos lindo que pasamos y el apoyarnos en momentos difíciles.

TÙ, MI PEOR DEBILIDADWhere stories live. Discover now