Ya han pasado dos meses desde mi llegada a mi prisión, con katyna hemos empezado tener una relación de amistar rápidamente. Me ha aconsejado como debo comportarme y así no llamar la atención de los guardias. Pero ya estábamos en el día de lo que ella llamaba la junta de los pervertidos.
- Ya Sophia tienes que estar preparada para esta noche. – dijo mientras se maquillaba en el baño. Yo me encontraba saliendo de la ducha, la quede mirando sorprendida, ella se encontraba emocionada más de lo normal.
- No entiendo por qué estás tan emocionada. – dije seria mientras la miraba. – estamos a punto de ser vendidas a una manada de pervertidos y te arreglas para ellos.
- Tu solo llevas dos meses en este maldito lugar, es por eso que no me entiendes. – contesto sin mostrar un cambio de emoción o mejor dicho igual de emocionada. - mira Sophia, será mejor que hagas lo mismo que yo y te pongas muy guapa y así podrás ser vendida inmediatamente.
- Yo no voy a ser vendida, prefiero quedarme metida en este hoyo que irme de la mano con uno de esos malditos.
- Creo que no me estas entendiendo amiga.- se giró y se acercó asía mi muy seria y me dijo. - si te quedas en este lugar y no eres vendida en la segunda subasta, tendrás que comenzar a pagar tu deuda de otra forma. – se giró y volvió a maquillarse.
Quede intimidada. Las mujeres siempre han hecho eso, no puedo ser igual de fuerte como cuando me enfrento a un hombre y esto me molesta un poco ya que siempre termino sorprendida y débil delante de todas.
- ¿Qué quieres decir con eso?. – me avalentone y muy decidida a que me respondiera la ataque. – ¿Tú has tenido que pagar de otra forma?, ¿es por eso que siempre desapareces de noche?.-
El rostro de katyna se trasformó, tiro su maquillaje y se acercó asía mí y con fuerza me lanzo contra la pares.
- Mira niñata estúpida. No se cómo crees que es el mundo – dijo golpeando la pares junto a mi cara.
- Pero en el que yo vivo las deudas se pagan de una o otra forma y si no eres capaz de pagar con el dinero tienes que comenzar a utilizar lo que tienes a la mano o mejor dicho tu cuerpo puta. – dijo furica. Mis ojos se abrieron como platos, no podía creer lo que me estaba diciendo. Sentí como si un balde de agua fría cayera sobre mí. Caí a sus pies mientras ella me miraba con desprecio pero luego de ver como mi rostro se volvió pálido completamente trato de tranquilarme. - Mira. Yo no quiero que tengas que terminar como yo, por eso estoy tratando de que comprendas que ya nada es como antes. - suspiro y con una mano toco mi rostro como si tratara de consolarme. – no sé cómo fue tu vida fuera de esta casa, pero ya nada va a volver a ser lo mismo es por eso que ahora solo tienes que tratar de sobrevivir.
Se alejó. Volvió al tocador del baño y comenzó a terminar de maquillarse. Yo solo la miraba y me sentía culpable al darme cuenta que tuvo que decir algo que de verdad le molestaba.
- Yo... lo siento – dije muy apenada. Katyna se giró y como si nada me dijo
- Vamos deja de disculparte por cada cosa. – Se río y estirando una mano me levanto del suelo.- a esta altura ya es algo sin importancia. – con una pequeña sonrisa coqueta continuo. - además algunos son bastante guapos.
La mire extrañada pero después nos largamos a reír emocionada. Katyna me abrazo muy fuerte y yo no dude en hacer lo mismo.
- vamos, es momento de ponerte guapísima para que seas la más guapa de todas las zorras de este lugar. – dijo maliciosamente. Me largue a reír mientras ella elegía con que parte de mi rostro partir.
JE LEEST
Mi secuestrador..
Algemene fictieRomina, luego de haber cumplido su mayor sueño de poder ir a vivir a japón había comenzado a tener una vida muy alegre en ese país. había comenzado a salir con un chico el cual era su primer novio. todo era perfecto asta que un día su vida se cruz...