Capitulo 20 No me folles, Hazme el amor

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Katyna y Matt no demoraron en sacarme del lugar y llevarme de vuelta a casa. Yo no reaccionaba, simplemente tenía la vista perdida en la nada. Ya no estaba llorando, pero eso no quería decir, que no me doliera, simplemente no me quedaban lagrimas que derramar en ese momento. No hablamos nada en todo el camino, creo que nadie sabía que decir y eso me acomodaba mucho.

Por fin, después de una hora de silencio en la camioneta llegamos al departamento de Eijin. Cuando entramos, todo estaba cernido en la oscuridad y sin mencionar que había un silencio sepulcral que solo era interrumpido por el sonido de la noche londinense. Al parecer Eijin aún no había vuelto y eso me calmo un poco, ya que no deseaba que él me viera en el estado en que me encontraba. Katyna no dejaba de estar a mi lado, mientras pasaba su mano por detrás y comenzaba a sobar mi brazo

- Amiga creo que lo mejor es que te des un baño - No dije nada, simplemente asentí.

Entramos al cuarto de baño y me quede parada junto a la puerta, mientras que Katyna preparaba la tina. Ella no dejaba de mirarme y podía ver en sus ojos que compartía mi sufrimiento.

- Ya amiga. Esta listo - estiro su mano. Me acerque a ella y la tome. Katyna me quedo mirando, pero yo tenía la vista perdida en la nada, no podía sacarme de la cabeza, la imagen de ayami cubriendo a aquella muchacha, para que yo no pudiera acercarme.

Katyna me ayudo a quitarme la ropa, para no decir que ella me la quito completamente sola. Me metí en la tina y simplemente me senté y abrace mis pies. Katyna se arrodillo junto a mí y delicadamente comenzó a pasar su mano por mi espalda. Yo no me percataba de nada, solo recordaba a aquella mujer con aquel niño en sus brazos y no pida dejar de hacerme tantas preguntas << ¿Cuándo se habrán conocido? ¿Ella sabrá de mí? ¿Ese niño cuantos años tendrá? De seguro más de un año>> no dejaba de pensar y carcomerme el cerebro pensando en todo lo que acababa de ocurrir, cuando de pronto katyna volvió a llamar mi atención.

- Sophia, sophia, te estoy hablando - llamo mi atención. La mire de reojo sin mostrar ningún cambio de en mi inexpresiva fachada. Pude ver cómo me miraba con tristeza y como con todas sus fuerzas trataba de controlar las lágrimas que deseaban salir - Ay amiga... no sé si pueda comprender tanto tu dolor - comenzó a acariciar mi rostro, con su voz quebradiza - en mi caso... llegue a la subasta por mis propios actos - suspiro con dificultada al comenzar a caer las lágrimas - y a pesar de todo...no me arrepiento de nada, porque pude conocerte a ti y a Matt, porque ustedes dos, son las personas que más amo - tomo aire - ¡¡No quiero que sufras por un idiota amiga!! - se lanzó a mis brazos. Yo no reaccione ni dije nada, simplemente me quede inmóvil, mirando y sintiendo su dolor por mí.

Estuvimos de esa forma en unos instantes, mientras la escuchaba llorar, cuando de pronto golpearon sutilmente la puerta y enseguida se escuchó la voz de matt.

- Katyna puedes venir un momento - al escucharlo, ella se apartó y rápidamente limpio sus lágrimas. Me miro un instante esperando alguna reacción de mi parte, pero no hice nada.

- Esta bien, allá voy - dijo resignada. Se puso de pie y salió del cuarto lentamente.

Me quede escuchando el silencio del cuarto, me encontraba sola y solo podía ver la imagen de ayami en mi cabeza que me desesperaba y no me dejaba tranquila.

- ¡¡Sal de mi cabeza!! - cubrí mis oídos con todas mis fuerzas - sal, déjeme en paz - comencé a llorar sin control. No sabía por qué, pero de verdad no podía sacarlo de mi mente y eso me perturbaba. Solo quería olvidar todo, todo lo que ocurrió hoy, solo quería dormir y no volver a despertar.

Me sumergí completamente en la tina y simplemente deje que el agua se encargaba de disimular las lágrimas. Cerré fuertemente mis ojos para poder olvidarme de la realidad, pero todo era peor, no servía de nada ya que solo podía ver a Ayami, a aquella muchacha y a ese pequeño niño, lo que provocaba que mi corazón se quebrara por completo. Planeaba estar de esa forma hasta quedarme completamente sin aire, cuando de pronto ciento como alguien me tomo bruscamente del brazo hasta sacarme a la superficie.

Mi secuestrador..Where stories live. Discover now