Mi secuestrador..

Capitulo 23 Comienzo de un final part 1

Hoy me encontraba en el momento más difícil de mi vida, jamás me hubiese imaginado que extrañaría tanto a mi madre en este momento. Me encontraba en la cocina, viendo como todo lo que había intentado se encontraba arruinado y nada salía como se esperaba o por lo menos asemejarse al del catalogo.

─ ¡Ahhh, maldita sea! ─ grite histérica, lanzando al fregadero una bandeja que se suponía que llevaba algún tipo de carne en ella ─  ¡Me rindo! Ordeno comida China.

Me encontraba frustrada al no poder cocinar bien ni un huevo. Al parecer los dotes en la cocina se salto justo mi generación, nada me salía como se suponía. Había tardado en hacer un estofado, unas pastas, y algo que se suponía que era algún tipo de carne al horno, pero más que eso, parecía carbón. 

Quería sorprender a Eijin con una cena romántica, pero tendré que conformarme con la insípida comida de algún restauran chino cercano. Busque el numero de algún restauran cercano  que entregara a domicilio, ya que no podía salir, me daba miedo perderme. Estaba en eso cuando pude sentir las voces escandalosas que venían desde la entrada y por siguiente los golpes desproporcionados.

 ─ ¡¡Romi!! Abre la puerta ─ grito Katyna ─ Abre, te tengo una sorpresa.

Suspire al escucharla. 

Camine rápidamente a ver qué era lo que la obligaba a ser tan escandalosa, me imaginaba que era algo importante, aunque siendo ella, de seguro era algo sin importancia.

 ─ Hola Katyna ─ salude desganada mientras ella entraba animada a la casa.

 Matt la siguió y pude ver que en sus manos llevaba una gran caja, pude ver como ellos entraron a la sala de estar, mientras que yo, me digne a cerrar la puerta después de unos minutos.

No me molestaba que hubiesen venido a verme, pero estaba de un ánimo que ni yo me soportaba, después de todo, lo que había tratado de preparar para nuestro rencuentro con Eijin, había fracasado rotundamente sin esperanza a que mejorara.

Mañana llegaría y en lo único que podía pensar era en el colgante con la llave, para que el supiera que mi corazón solo podía ser de él.

─ Uf, ¿qué es lo que vuele tan horrible? ─ dijo mientras arrugaba su nariz al olfatear.

─ Es verdad Romi, ¿qué estas preparando? ─ intervino Matt  ─  Vuele como si estuvieses quemando plástico.

 ─ ¡¡No lo digan de ese modo!! Desde las 7 de la mañana estoy tratando de preparar algo, pero nada me resulta.

Al parecer no me escucho, ya que camino curiosa a la cocina siguiendo el horrible olor. Camine junto con Matt a la sala de estar, no quería que viera mi deplorable intento. Aunque él se moría de ganas de ir a curiosear, pero no lo permitiría sabia que se lo contaría Eijin y después tendría que aguantar las burlas.

─ ¿Qué es eso?

Pregunte al ver la gran caja encima de la mesa. El suspiro y se lanzo al sofá, al parecer no estaba muy animado, igual que yo. Me senté junto a él y pude ver como miraba atentamente la gran caja de cartón. Me preguntaba en que estaba pensando pero no le di mucha importancia, solo perdería el tiempo.

─ ¿Sabes lo que tiene dentro?  ─ pregunte ─ ¿Por qué lo trajeron hasta aquí?

─ Esa caja es tuya. Me la dejaron en la entrada ─ La apunto.

Me quede sorprendida al escucharlo, << ¡¡Para mí!! ¿Por qué? >> pensé. No entendía quien podría dejarme un regalo en la casa de Matt. Aunque pudo ser Eijin, pero no, ni siquiera había respondido a mis llamadas ni mis mensajes, pero puede ser que se sintiera culpable por ignorarme todo este tiempo, aunque luego recordé que eso era lo más imposible, si hubiese querido, lo enviaría a casa.