Capitulo 15 Confesión inesperada.

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Cuando él dijo castigo, por mi mente no dejaron de pasar imágenes pervertidas mientras mi inconsciente trataba de encontrar el  más probable. Tengo de admitirlo era la primera vez que quería que fuese lo mas pervertido que pudiera. Aun no podía controlar este calor en mi cuerpo y si el aun estaba dispuesto mejor para mi, pero al parecer el no estaba en la misma sintonía que yo.

-por favor para, ya no puedo mas – dije exhausta

- vamos, recién hemos comenzado

- ya no puedo. Déjame  descansar

-  cállate, recién hemos comenzado a correr  - me regaño mientras el seguía

Tengo que ser sincera, cuando el dijo castigo, pensé en otro tipo de cosos mas eróticas, pero al parecer el no tenia el mismo interés que el mío. EL MALDITO ME LLEBA A CORRER EN VEZ DE HACER COSAS MAS ENTRETENIDAS.  Estaba exhausta y decepcionada, jamás en mi vida había hecho ejercicio y mucho menos trotar y al parecer el maldito le estaba gustando el verme sufrir mientras yo me quejaba.

-  espera, ya no me aguanto los pies -  dije en un exagerado intento de respirar bien.

-   No seas quejumbrosa – se río -  recién llevamos dos cuadras

-  Sabes. Has lo que quieras conmigo, átame, azótame, has lo que quieras, pero yo ya no muevo ningún pies mas.  – dije exhausta, lanzándome desarmadamente al primer banco que encontré. El se detuvo al verme sentada tratando de recuperar el aire que no logra entrar a mis pulmones.

-  ¿Haci que prefieres estar en mi cama? –  pregunto en un tono perverso. Lo mire de pie a cabeza, llevaba un buzo que le quedaba bastante ajustado pero le quedaba bastante bien, mejor dicho muy sexi. Suspire para que el no se diera cuenta lo mucho que prefería esa opción

-   Es mucho mejor que hacer ejercicio  - dije desganada mientras me sobaba los pies para tratar de pasar el dolor.  El no dejaba de mirarme al parecer lo que había dicho le causaba mucha risa.

-  Es muy tentador tengo que admitirlo, pero estaría haciéndote un favor y no pretendo hacer algo como eso.  – agrego directamente. Quede boquiabierta, no esperaba una respuesta como esa y mucho menos la expresión de malicia en su rostro << el maldito se esta burlando de mi o esta tratando de provocarme>> - bueno será mejor que camines – me tomo del brazo y me jalo fuertemente para que me levantara.

-  Espera, te dije que no quería seguir  - me queje

-   Deja de quejarte, estamos caminando nada mas  - me llevo a rastra unos cuantos metros. Yo por mi parte no dejaba de quejarme y al parecer funciono ya que se detuvo – vale, vale, ya me quitaste todas las ganas de seguir. vamos a tomar desayuno.

Cuando escuche la palabra desayuno me desperté completamente y rápidamente me repuse lista para comer ya que estaba hambrienta hasta la muerte. Pude ver como se río al ver ese drástico cambio de actitud.  Entramos a un pequeño restaurante, era bastante lindo y acogedor era completamente de mi tipo, no como esos lugares tan lujosos que le gustaban al demonio.  Rápidamente tome asiento ya no podía con esta hambre que me mataba. El me miro y se río, al parecer le causaba mucha risa casa cosa que hiciera o digiera.  Lo ignore ya que en estos momentos estaba mas concentrada en que iba a pedir para comer.

 Yo pedí unas huevos revueltos con un jugo de naranja, mientra que el solamente pidió un café bastante cargado << ¿Es que no tiene hambre?>>

-  ¿no piensas comer nada más? – levante una ceja al ver que ya comenzaba a tomar su café.

-   Pues yo no soy como tu – me miro dejando su taza a un lado -   con un café estoy bien

Mi secuestrador..Where stories live. Discover now