Capítulo 6: La cena, parte 2.

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- ¿Ya llegamos? - pregunte algo nerviosa cuando escuche el rugido del motor apagarse.

- No nena, estamos en el cielo - respondió con fingido pesar -. Justo después de que cerraras los ojos chocamos con un camión que nos mandó directo aquí.

- No es gracioso - respondí reprendiéndolo. Apreté un poco mi agarre en su cintura y pregunte -. ¿Me puedo bajar?

- Si, pero primero abre los ojos Aria - respondió riendo. Abrí los ojos pero me mantuve en el lugar -. Ahora, aunque me gusta eso de tenerte abrazada a mí, ya deberías bajarte, tengo algo de hambre.

- No sé cómo hacerlo - dije entrando en pánico. La verdad, no sabía ni siquiera como me había montado.

- Deslízate hacia un lado - índico agarrando mis antebrazos y ajustándolos a sus costados. Sentí electricidad recorrer por donde me tocaba -, yo te sostendré.

Hice lo que me pidió pero debo decir que con nada de estilo, por suerte no había nadie cerca para burlarse de mí. El seguía sosteniendo mis brazos pero ahora tras su espalda, me encontraba en el lado izquierdo de la motocicleta y el aún estaba encima, libero mi brazo izquierdo y ajusto su agarre en el derecho bajando la mano hasta entrelazar nuestros dedos provocando una pequeña descarga, la cual nos hizo pegar un respingo, pero ninguno dijo nada. Se bajó de la motocicleta con la gracia de un felino, se acercó a mi lado y me tironeo del brazo para que lo siguiera.

Frente a mí se encontraban unas puertas de vidrio, a ambos lados de las misma las paredes consistían en concreto de la mitad para abajo y vidrio de la mitad para arriba, a través de las cual se podían apreciar detalles del lugar. Cruzamos las puertas y el olor a comida inundo mi nariz, no podía distinguir cual pertenecía a que, eran muchos olores juntos que me hacían sentir en el paraíso.

- ¿Te gusta? - pregunto dirigiendo la mirada hacia mí, asentí sonriendo -. Me alegra, es uno de mis lugares favoritos.

- Se siente como el paraíso aquí - dije en voz alta -, huele delicioso.

- Y sabe mejor - aseguro -. No estaba seguro que tipo o que plato de comida te gustaba más así que decidí traerte aquí.

- A un buffet - inquirí sonriendo -, ingenioso.

El lado izquierdo del lugar se encontraba repleto de mesas y sillas, en el lado derecho, justo al lado de las puertas, había una mesa llena de bandejas, platos y cubiertos, seguidas por mas mesas apoyadas en las paredes de los lados y el fondo las cuales estaban atestadas de comida, al final de la última mesa, en la pared frente a mí, se encontraba la caja registradora, a un lado de esta habían refrigeradores con gran variedad de bebidas y un poco más allá unas puertas dobles de vaivén donde supuse estaban las cocinas.

- Puedes servirte lo que quieras - dijo acercándome a la primera mesa donde ambos agarramos bandeja, platos y cubiertos -. No te cohíbas a la hora de elegir y si no te decides entre dos cosas, elige las dos.

- Sé que tengo apariencia de vaca pero no me alimento como una - dije fingiendo sentirme ofendida.

- Tu apariencia es perfecta - corrigió en tono coqueto -, y solo te lo decía porque yo sí me alimento como vaca.

- Por suerte para ti no se te nota - dije -. Creo que saldré rodando de aquí con tanta comida ¿cómo es que hay tanta?

Ambos reímos mientras nos acercábamos a la primera mesa.

- Es temprano aun, por eso hay mucha comida - aclaro -. A esta hora casi nadie viene aunque la comida este recién hecha y haya de todo tipo, llegan por lo general una hora más tarde.

- Suenas como alguien que viene muy a menudo - supuse.

- Eso es correcto - dijo con una sonrisa de medio lado, se encontraba frente a mí dirigiendo la marcha, se detuvo y se dio la vuelta para mirarme -. Te puedo explicar la organización de las mesas si quieres, así tendrás una idea de que escoger de cada una.

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