Capítulo 17: Cinco pájaros de un tiro.

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- Hola Aria - dijo Max.

Cerré los ojos con fuerza e inspire profundamente. Varias ideas se atropellaron en mi cabeza causando una explosión que me dejo la mente en blanco por unos segundos. No sabía exactamente qué hacer en ese momento ¿Abalanzarme en brazos de Max, decirle que lo extrañaba y que me alegraba de verlo? ¿Exigirle una explicación por todo lo que había ocurrido? ¿Contarle acerca del falso Max y que fuera a darle la paliza de su vida? Pero no hizo falta que tomara una decisión debido a que Max hablo primero, y gracias a Dios que lo hizo, ya venía siendo hora de que lo hiciera.

- Se que te debo muchas explicaciones y te las daré - dijo acercándose con paso seguro en mi dirección  -, por lo que puedo notar, tu también tienes algo que contarme, algo que te acaba de pasar, pero primero, necesito que nos saludemos como corresponde Aria. Te he extrañado como loco y no soporto estar un minuto más sin darte un beso.

Mientras decía aquello, se fue acercando cada vez más a mi hasta que las puntas de sus zapatos rozaron las mías. Cuando termino de hablar, poso delicadamente sus manos en mis hombros y se inclino hasta que sus labios rozaron los míos. Poco a poco profundizo el beso, cuando su lengua rozo la mía se aparto bruscamente y pude notar una expresión de horror en sus facciones.

- ¿Por qué tu boca sabe a sangre? - pregunto apretando mis hombros e inspirando con fuerza.

- Yo... - nuevamente me había quedado en blanco, estaban pasando muchas cosas a la vez y no sabía qué hacer o decir.

- Yo te puedo decir - interrumpió una voz tras de mí. Era John.

- ¿Que tiene Aria y porque esta tan alterada? - pregunto Max a John mientras apretaba mi cuerpo en un abrazo protector.

- Tengo una teoría - dijo John en algún lugar tras mi espalda -. Lo más probable es que se encuentre en estado de shock debido a que no se esperaba verte aquí, muchos menos después de que creyera que eras el nuevo vecino.

- ¿Que quiere decir eso? - pregunto Max aun sin entender.

- Aria lleva todo el día sintiendo que alguien la estaba siguiendo y creía que eras tú debido a que una amiga de la universidad le describió el aspecto de la persona y encajo a la perfección con tu apariencia - explico John -. Luego yo le conté sobre el nuevo vecino. Nuevamente supuso que eras tú y creyó que existía una conexión entre ambas personas, que eran las misma y que eras tú.

- Continua - lo alentó Max.

- Ella fue a comprobar si era cierto y...- John se interrumpió de pronto no sabiendo si debía continuar.

- No eras tú - dije de repente con la voz ronca y amortiguada por su pecho. Me aclare la garganta y saque la cabeza del escondite que era su pecho. Pero no lo mire a los ojos, no podía hacerlo, no con lo que debía contarle -. Se llama Max y es un maniático que ha estado espiándome desde que empecé a estudiar en la universidad porque quería ser mi novio. Cuando me lo conto intente huir pero me acorralo y me beso. Intente escapar nuevamente, le pegue y lo mordí pero no me soltó. Entonces John entro y me saco de ahí. Me dijo que había alguien en mi casa que me buscaba. Eras tú... ¡Max!... ¿A dónde vas?

Mientras le explicaba a Max todo lo sucedido sentía como sus brazos se tensaban a mí alrededor para luego aflojarse del todo y el escudo protector que era su cuerpo desapareció. Lo observe correr en dirección a la salida y directo a la puerta de Max. Cuando llego a ella toco con impaciencia y espero hasta que esta se abrió y un sonriente "falso" Max se asomo por ella.

- ¿Vienes por más? - pregunto el falso Max.

El muy idiota hablo sin ver quien se encontraba tras la puerta pues, si hubiese visto la cara de asesino de Max en ese momento definitivamente no habría dicho eso. Max le propino un puñetazo en la cara el cual hizo que me encogiera por lo fuerte que había sido. El falso Max empezó a sangrar por la nariz, tenía el labio inferior roto por el que sangraba también, se tambaleo por el impacto y cayó en el piso de culo de forma desgarbada.

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