Epílogo: This Is What You Get

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Querido Ryan,

Debo admitir que hay muchas cosas que no te he contado, sobre mí, sobre tí y sobre tu pasado. Esto se debe a que yo... Tengo miedo. Sé lo absurdo que suena en estas circumstancias, pero es verdad. Tengo miedo. Tengo miedo de que si intento contarte esto a la cara con palabras, no pueda explicarlo tan vividamente como lo siento o como me gustaría que tu entendieras los hechos. Yo... yo sé que no sabes nada. Sé que podría cambiar toda la historia, todas las cosas malas que hice y tu no te darías cuenta porque solo te limitarias a creer lo que estoy escribiendo, pero no haré eso. Si quiero que te enteres de todo lo que pasó, quiero que sepas la historia tal cual como fue. Así que me limitaré a esccribir la pura verdad.

Todo comenzó cuando ambos eramos muy jóvenes. Estabamos en la secundaria. Es la típica historia de amor de un par de adolecentes con todos los elementos empalagosos que se le podrían sumar a esta.
Tu eras callado y yo era... Extrovertido. No tomó tiempo para que te convirtieras en un muy buen amigo mío y por consiguiente, fueramos novios. Es una muy linda historia que esa sí espero contarte algun día a la cara para que veas cuanto la amo, como cada día sin tí me refugié en esta historia porque es lo más preciado que tengo.

Ahora, todo realmente comenzó a decaer cuando tu madre desapareció. Te afectó inmensamente y nunca te había visto tan triste. Sé que si te digo de esta manera no vas a llegar a sentir lo que sentiste en ese tiempo pero no hay otra manera de decirlo. Era como si de un día a otro, todas sus pertenencias hubieran desaparecido y te hubiera abandonado a tí y tu padre.
Se inició una investigación, lo que logró darte un poco de esperanza, pero después de un par de meses, la dejaron como cancelada. Recuerdo muy bien el día que te enteraste de aquello, porque nunca antes había visto tantas lágrimas caer de esos ojos color almendra. Un oficial vino a la casa a dar la noticia y se limitó a decir. "Lo siento niño, las cosas son como son".

Después de eso pasó aproximandamente un mes, en el que me esforcé todo lo que pude para poder sacarte una sonrisa otra vez.
Aquí es donde sucede lo que me destroza una y otra vez y si pudiera volver atrás... Si tan solo pudiera...

Era de noche, cerca de la madrugada y me había quedado en tu casa por la noche. Había sido difícil que conciliaras el sueño pero lo logré de alguna manera y tenía tu cabeza entre mis brazos. Yo miraba el techo, preguntándome cuándo todo volvería a ser como antes. Y de la nada, un estruendo. La puerta de entrada se había abierto de golpe. Me senté rápidamente en la cama y por consecuencia tu despertaste.
Sentimos gritos y lo primero que hice fue salir de la cama y bajar las escaleras. Tu me seguiste, trastabillando por el pasillo. En frente mío, la imagen que nunca olvidé.

Eran tres hombres, todos vestidos de rojo escarlata, en trajes formales. Todos sostenían armas en sus manos, apuntándolas con fuerza. Sus rostros eran oscuros, casi malignos. Resaltaba en ellos una aura peligrosa y cruel. Sentí un escalofrío por todo el cuerpo.

"¡Alto!" había gritado uno de ellos, apuntándo su pistola a nosotros.  "¡Karma Police!"

Tu padre se encontraba en frente de ellos, con las manos en alto. Los otros dos hombres tenían las pistolas apuntadas hacia él, con una mirada casi mecánica.

Nunca había sentido más miedo en mi vida.

"George Ryan Ross II" comenzó uno de los hombres. "¿Así que asesinaste a tu mujer? ¿Qué tal?"

Creo que eso es lu único que necesito decir al respecto.

Te llevaste una mano a la boca. Tanta falta que te hacía la mujer que te había dado la vida... Cuantas noches te había desvelado pensando en ella, en por qué te había abandonado si tu la amabas tanto. Habías incluso llegado a convencerte de que era tu culpa que se hubiera ido. Pero no.

Traté de agarrarte del brazo y subir las escaleras pero estabas petrificado.
Tu padre, que se había mantenido en silencio con las manos en alto, abrió la boca.

"Llévense al chico." susurró, su mirada endureciéndose.

Los agentes hicieron muecas de confusión e impaciencia.

"Llévense a Ryan, y a mi me dejan en paz." ofreció. La sangre me hirvió en un abrir y cerrar de ojos. Eso no podía ser y no lo permitiría.

Los agentes se miraron entre sí. Seguí tirando de ti pero no te movías.

"¿Cuál de ustedes es Ryan?" había dicho uno de ellos, apuntando donde estabamos nosotros.
Tu padre te señaló con un dedo, y uno de los agentes caminó hasta nosotros, apuntando con la pistola.

"Suéltalo." Me dijo a mí, pero negué con la cabeza.

El agente acercó la pistola, hasta tocar mi frente. La frialdad de sus ojos... estaba claro; No dudaría ningún segundo en matarme.

Tu estabas llorando y trataste de sacudirme para que te soltara pero no hice nada.
Sentí el golpe de una culata en mi nuca, la vista se me nubló y vi como te llevaban a rastras hacia la puerta. Un segundo te escuché gritando mi nombre y al siguiente ya no veía nada.

Yo caí en la depresión, desesperado por una manera de poder encontrarte. Sabía que no estabas muerto, pero ser parte del Karma Police era casi lo mismo. Mandé cartas, millones de cartas al Karma Police para poder unirme a este. Veía en esta opción -a pesar de que era algo maligno- una posibilidad de reencuentro, y eso valía la pena. Aún así, todas y cada una de mis peticiones era denegada. Me conocían, y sabían la razón por la que quería unirme.

Yo nunca quise ser el malo, pero como mi opción uno no había funcionado, me limité a probar mi plan B. A través de algunos contactos me fui metiendo de a poco en el mercado negro mediante a cosas que no voy a especificar porque nunca quise hacerlo. Pasaron años. Te buscaba siempre y eras mi unica prioridad. Llegué a ser la mano derecha del jefe de la mafia de California. Yo... Estaba tan confundido, pero tenía la idea de que si era lo suficientemente "malo" entonces tal vez el Karma Police iría detrás de mí y tal vez te encontraría. Todo dependía de un gran tal vez.
Cuando él murió, me dejó a mi a cargo de lo que hoy en día administro. No voy a negar que después de un tiempo ya no me sentía culpable de lo que estaba haciendo. Mi motivación seguía siendo la misma, pero las drogas, el alcohol y la demencia de encargaron de que mi percepción sobre la realidad que vivía cambiara completamente. Un día encontré señales de que podrías estar en Los Ángeles y al día siguiente ya estaba alojando en el Beverly Willshire, a pesar de que Los Ángeles era donde estaba una de las sedes más importantes del Karma Police y me dirigía derecho hasta mi muerte.

Creo que de aquí en adelante si sabes como sucedió todo. Cuando te ví, en la terraza del hotel, fue como una puñalada de recuerdos y sentimientos que el vodka había logrado suprimir. Y vuelvo a repetir; muchas cosas que hice durante todo el tiempo que estuvimos aquí fueron simplemente porque los años, la experiencia y la desesperación me habían convertido en otra persona.

Yo amaba al Ryan antiguo, un simple estudiante de gestos vagos y sonrisas tímidas. Ahora, frente a mí, tenía un asesino, de ojos fríos y llenos de malicia. Pero yo también había cambiado. Lo que antes había sido jóven y extrovertido ahora era un retorcido hombre de ideas peligrosas. Y aún así, me enamoré de ti nuevamente. Me enamoré de las veces que dejabas ver un poco de humanidad en una pequeña sonrisa, de como de a poco logré que cambiaras y todo lo que podíamos hacer juntos. Hubo un momento en el que tuve que decidir si me dejaba ir por este Ryan frívolo y cortante, o si solo lo olvidaba y renunciaba lo que había perseguido durante años. No lo pensé más de dos veces. La desición era obvia.

Hay tantas cosas que me gustaría especificar pero veras después como atesoro cada recuerdo como si valiera todo el dinero del mundo. Te amo, nunca lo olvides.

Finalmente, no podría decirte si haberte amado me ha convertido en una persona mas sana, o si mi mente delirante ha convertido nuestro amor en una guerra. Cito Romeo y Julieta:

"Los placeres violentos terminan en la violencia,
y tienen en su triunfo la propia muerte, del mismo
modo que se consumen el fuego y la pólvora en un beso voraz."

Siempre tuyo,
Brendon.

Karma Police //Ryden//Where stories live. Discover now