XVIII- Devotion And Desire

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Sus mente se quedó en blanco por un par de segundos. Después, todo sucedió muy rápido.

Tomó la carpeta con fuerza entre sus brazos y corrió. No supo cómo llegó al Corvette, estacionado en el piso -2. Salió lo más rápido posible, y afortunadamente, la barrera lo dejó pasar. Seguramente todavía no tomaban ninguna medida para tratar de capturarlo.

En menos de lo que se dio cuenta, estaba en su departamento, metiendo su ropa en una gran maleta. Sus manos hacían cosas más rápido de lo que su cerebro les ordenaba. No tenía tiempo para pensar, solo debía escapar. Porque si una cosa tenía clara en ese momento es que nunca más podría volver al Karma Police y acababa de arruinarse su propio futuro. Era duro pensar en aquello, pero seguía sin tener tiempo para parar a reflexionar sobre lo que había hecho, así que no le importaba mucho.

Cuando hubo terminado de guardar todo lo que necesitaba, dejó su celular y las llaves del Corvette melancólicamente en la mesa. Sabía que no podía llevar ningún objeto de ese tipo. La mayoría de cosas estaban equipadas con GPS. No importaba mucho de todas formas. Nunca había hablado con Brendon por teléfono, lo que significaba que el Karma Police nunca obtendría ningún tipo de información de su celular.

Tomó su maleta y bajó hasta el primer piso, para rápidamente tomar un taxi. Debía marcharse, y lo más rápido posible.
Cuando ya estuvo sentado dentro, tuvo tiempo de pensar en lo que acababa de hacer. La verdad, no le importaba mucho haber matado a Dallon. Lo único que hacía era molestar, y sabía que tenía sospechas contra él, pero al punto que había llegado era demasiado. Ryan había estado tan ensimismado en sus propios asuntos que no se había dado cuenta de todo lo que Dallon estaba planeando detrás de su espalda. Mientras sus largos dedos hojeaban el contenido de la carpeta, más incrédulo se sentía. Había sido muy ciego. Y todo era culpa de Brendon, el chico de ojos oscuros que nunca lo dejaba pensar en paz y se colaba en todos sus pensamientos.

De repente algo de lo que Dallon había dicho se le vino a la mente. "Solo eres uno de los muchos..." Un aire de celos lo recorrió. Desde que conoció a Brendon, sabía que era una de esas personas. Ese tipo de personas que les gusta manipular y sobornar, precisamente ofreciendo su cuerpo como recompensa. Pero nunca se había detenido a pensar en eso. Se había convencido de que Brendon estaba cien por ciento a sus pies, pero, ¿Qué tal si no era así? ¿Qué tal si en verdad era uno de los muchos? La primera vez que Dallon le había entregado un informe sobre Brendon, varios testigos mencionaban el tipo de cosas que hacía Brendon. Nunca se había preocupado. Ahora, lo carcomía por dentro.

La ira, la rabia y los celos lo recorrieron por completo al ver la foto de Gabe. No lo conocía, pero según los registros de Dallon era el amante "actual" de Brendon y la última pieza de su acertijo. Todo era su culpa, si no hubiera abierto su bocota... O si Brendon nunca le hubiera terminado. Se sintió incluso más rencoroso. No era solo Gabe, si no todas las páginas que Dallon le había dedicado a cada uno de los amantes del pelinegro.

Además, todo era culpa de Brendon. En el fondo, Ryan era extremadamente posesivo y manipulativo. Y Brendon, Brendon era suyo y de nadie más. Nunca debería haber estado con Gabe. Debería haber terminado con él al principio de todo esto. ¿No era peligroso ya tener como amante a un agente del Karma Police?

O ex agente...

Hizo parar el taxi súbitamente y le dio la dirección del departamento de Gabe. Sabía que ya no había nada entre Gabe y Brendon, pero se sentía atacado. Le iba a enseñar una lección a ese desgraciado. Además, ya había arruinado muchas cosas ese día. Si es que arruinaba otra cosa más, ¿Qué más da? No podría sentir más rabia contra si mismo, contra todos, contra el mundo, por todo lo que acababa de pasar. Todo había pasado muy rápido. Había actuado sin penar. Ahora, era muy tarde para retractarse.

Karma Police //Ryden//Where stories live. Discover now