XLIII.

28.6K 1.7K 406
                                    

(Anteriorme en Inferno: Denix en una pelea con Miles le disparó en el hombro, teniendo que ser cosido, pero Miles quiso participar en una de sus peleas en Abaddon donde su herida se abrió nuevamente. )

Wes condujo hasta casa y decidí mantenerme callada todo el camino mientras una canción de Red Hot Chili Peppers era lo único que se escuchaba dentro del coche. 

—Mm, ¿debería preguntarte como estás o podemos evitar esa parte? —dijo finalmente cuando paró delante del piso. 

—No hace falta —sinceramente respondí, no era como si fuese a desahogarme con él.

—Voy a volver al hospital —declaró mientras me bajaba del coche—, le diré que es un maldito desgraciado y que te llame, ¿está bien eso? —Sonreí de lado y negué.

—No lo hagas, él tiene que ser el que me llame porque sea lo que quiere hacer —respondí y Wes se encogió de hombros. 

—Si eso es lo que quieres... —Asentí, afirmando lo que acababa de decir y se encogió de hombros para finalmente  arrancar e irse de allí. Abrí finalmente la puerta de casa, entrando en el salón y encontrándome allí a Riley y Cara acurrucadas provocando inconscientemente una sonrisa traviesa en mi rostro seguida de un carraspeo de garganta haciéndoles saber que estaba allí. 

—Mierda, pensaba que ibas a quedarte a dormir con Miles —Cara pronunció mientras se incorporaban y me encogí de hombros intentando esconder la sonrisa que llevaba en mi rostro desde que las había pillado—, deja de sonreír en este momento. —Riley me observó con una ceja enarcada y levanté la manos, haciéndoles saber que iba a dejar de mirarles de esa manera. 

—Me alegro de ver que todo vuelva a estar como siempre —no pude evitar decir Cara me dedicó una mirada asesina y reí suavemente—. Voy a ir a mi habitación, os dejaré tranquilas.

—¿Ha pasado algo? —quiso saber Cara mientras me alejaba de ellas dirección a mi habitación y frené un poco mi paso para mirarlas y negar. 

—No —mentí, no me sentía con ganas para contar lo que había pasado, y tampoco quería hacer que su noche se centrase en mí. —Que os lo paséis bien —les guiñé un ojo y finalmente me fui de allí. 

                                                    (...)

A la mañana siguiente me levanté tan pronto como sonó el despertador, a pesar de haber estado dando vueltas hasta tarde en la cama, había conseguido dormir del tirón. Me vestí y desayuné sola, puesto que Holden a esas horas ya estaría en clase y Cara, habiendo estado allí Riley la noche anterior, supuse que no iría. 

Salí de casa y caminé al ascensor, y fue antes de entrar que escuché la puerta del piso de Miles abrirse, giré un poco la cabeza para verle parado en el marco de la puerta, se encontraba sin camiseta a pesar de que debía hacer menos de diez grados, una venda llegaba desde la parte baja de su cuello hasta el principio de su antebrazo izquierdo, y una venda también alrededor de su cuello sujetaba el brazo pegado a su cuerpo. Sus ojos negros me miraron neutrales y mi reacción fue simplemente mantenerle la mirada hasta que finalmente llevó su mano derecha a la parte trasera de su cabeza, rascándose allí. 

—Hola —murmuró con su característico ceño fruncido. 

—Hola —simplemente respondí y se removió en su sitio.

—Lo de ayer, mmm...—Sus ojos se apartaron de mí, vagando a cualquier parte que no fuesen los míos—, perdí el control. Sé que estabas preocupándote por mí y yo fui un insensible hijo de puta —dijo volviendo a mirarme. 

Inferno.Where stories live. Discover now