Capítulo 28

22.4K 4.9K 1.5K
                                    

Lisa jamás había visto a Ruby tan nerviosa en toda su vida como lo estaba en ese momento.

Toda la situación la desconcertaba, porque su hermana tiritaba junto a ella en una mezcla de frío y nervios incontenibles mientras ambas aguardaban en el bosque del complejo. Era precisamente ahí, donde Dylan y Lisa habían hablado por primera vez, en donde "Aria" las había citado en su enigmático mensaje.

Lo que estaba a punto de suceder parecía irreal, porque Aria no existía, o mejor dicho, eran ellas... o ellos. Junto a Scott y Ruby habían inventado muchos meses atrás a esa chica virtual inspirada en Alex, su compañera venezolana, para sacarle dinero al nerd de Keanu. Lisa había participado y le divertía, claro, pero solo hasta que conoció a Dylan. Todo había cambiado desde ese entonces. Ella había conocido realmente a Keanu y ahora lo entendía, lo apreciaba y hasta lo consideraba un amigo. Por esa razón, en ese momento sintió vergüenza por su pasado. Pensaba lo crueles que fueron con Keanu, con Cindy y con tantas otras víctimas que el grupo había estafado y que en un destello le vinieron a la mente... Se prometió a sí misma dejar esa vida para siempre.

Pero no por esa razón podía ignorar el hecho de que había sido cómplice de tantas mentiras, de que también sentía miedo ante la incógnita de quién podría haber descubierto todo. Lisa lo demostraba con inquietud, moviéndose sobre sus pies, mirando de un lado a otro. De pronto miró de nuevo a Ruby. Ahora permanecía perturbadoramente inquieta y tenía en la cara una expresión que rondaba entre el enfado y el dolor contenido, como si quisiera desmoronarse. Sus ojos aún se veían hinchados de tanto llorar, debido al engaño de Scott, todo ese dinero que supuestamente no tenía había sido descubierto. Scott... Scott... Scott...

Scott. Todo era culpa de él. Lisa estaba muy segura, y lo detestaba por ello. Al menos descubrir lo del dinero había hecho que Ruby se diera cuenta de que no podía confiar más en él, ¿pero podía cantar victoria? Scott tenía un gran poder sobre ellas, pero mucho más sobre Ruby. Eso también le preocupaba. Aún así, quería imaginar que entraría en razón.

—Ruby —le habló Lisa al ponerle una mano en el brazo—. Sé que estás mal y no quieres oír nada, pero ahora más que nunca debemos alejarnos de Scott. Sobre todo tú.

La pelirroja hizo un gesto amargo, de obstinación.

—Todavía no sé qué es lo que debo hacer, pero no le voy a dejar nada fácil —murmuró.

—No te pongas en plan vengativa —aconsejó Lisa, más preocupada ante eso.

—Oh, "venganza" es poco para lo que deseo... —murmuró Ruby.

Lisa tragó saliva. Sabía muy bien que su hermana era más impulsiva que ella y que se había apegado a Scott de una forma insana. Debía sentirse traicionada y herida y eso era peligroso.

Intentó manejarla con calma:

—Ruby, nos podemos ayudar la una a la otra. Nos tenemos —Su voz sonó suave y considerada.

—No quiero hablar —zanjó Ruby, evasiva.

—Podemos mudarnos —insistió Lisa.

—Cállate.

—No estoy muy segura de a dónde, pero... —siguió, pero entonces Ruby la interrumpió de forma abrupta:

—¡No soy mejor que él, Lisa! ¡Crees que sí, pero no, así que no puedo solo huir y pretender que solo con eso estaré bien o libre de culpa!

Ruby quedó respirando un poco agitada tras las palabras, como si soltarlas hubiese requerido el horrible esfuerzo de romper la cúpula protectora de un secreto.

—Lo que estamos haciendo a Keanu es nuestra responsabilidad, lo sé —aceptó Lisa, pensando que a eso se refería— pero arrepentirse es el primer paso y luego dejar todo esto atrás el segundo ¿Tú quisieras volver a hacer algo así como lo de Keanu de nuevo?

El misterio de Dylan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora