1- MTPB

67. No es la primera vez

En la habitación con poca luz, frente a las ventanas del piso al techo, dos figuras se superpusieron.

La escena nocturna de la ciudad frente a él, el cuerpo cálido detrás de él, y el momento en que la piel caliente en la parte posterior del cuello fue perforada por dientes afilados, Yue Fei respiró hondo.

Solía ​​no entender a la familia y no se atrevía a esperar algo como familia.

Pero ahora, en este mundo desconocido, debido al hombre detrás de él, ha imaginado el futuro por primera vez.

El omega levantó su frágil cuello, sostuvo el vidrio del piso al techo con una mano, levantó la otra mano y la estiró hacia atrás, como si buscara un apoyo, y presionó la mano contra la cabeza del alfa.

Las cejas fruncidas estaban siendo alisadas por una mano grande, y luego la mano se deslizó hacia abajo, cubriendo los ojos de Yue Fei.

Sin visión, otros sentidos se vuelven más sensibles.

El alfa levantó la cabeza, tiró de la mano del omega y guió la mano del omega hacia donde dejaría que el alfa encontrara su felicidad.

Este sentimiento no era desconocido para Yue Fei. Lo único desconocido puede ser la mano grande que cubre su mano, que estaba caliente y fuerte.

"Suficiente, no más."

Tenía los ojos cubiertos y todos los sentidos eran varias veces más sensibles de lo habitual. La mano presionada contra la ventana de vidrio dejó huellas de manos sudorosas, luchando frágilmente.

Gu Wei bajó los párpados, miró los labios rojos de plomería, escuchó la respiración desordenada del omega y apretó los labios.

La colofonia envolvió predominantemente el manantial, estiró sus ramas y hojas, controló la dirección del flujo de agua y lo guió para subir al pico y dejarlo caer en el punto más alto.

Los labios rojos en su vista se abrieron y cerraron, y Gu Wei inclinó la cabeza y besó suavemente.

...

Al día siguiente, sonó el teléfono celular de Gu Wei.

Al ver el identificador de llamadas, Gu Wei no quiso contestar. Por coincidencia, Yue Fei se despertó con el timbre del teléfono y lo empujó para instarlo a responder la llamada.

Gu Wei colgó directamente el teléfono.

Pero la otra parte obviamente no era alguien que se rindiera fácilmente, y el teléfono volvió a sonar poco después de que se hizo el silencio.