Capítulo 29: Los dones del espíritu santo.

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"No sé qué es preferible: el mal que hace bien o el bien que hace mal."
Miguel Ángel



La presentación de Raduriel llamo bastante la atención de los niños, en especial el par de alas en su espalda fascinaron a más de uno que sin pensarlo corrieron para saludarlo y pedirle permiso para tocar sus alas.


Puede que con la increíble variedad de quirks que existen las personas de este mundo no se sorprenderían tan fácilmente, pero la verdad es que tener un quirk de alas era algo relativamente raro y si tomamos en cuenta que las alas de Raduriel eran las alas de un "ángel" seria como encontrar una persona con heterocromía en el pasado, una rareza genética.


Raduriel saludo a los niños uno por uno y les pregunto cuáles eran sus nombres y sus quirk, para luego de escucharlos responder de la misma manera a todos.


Bendecido, fuiste y bendecido serás, con los dones del espíritu santo florecerás.


En ninguna de sus dos vidas William había tenido un contacto fijo con la iglesia, en su vida pasada los únicos contactos que tuvo con ellos fue una conversación donde pidió ayuda para alimentarse al padre de una iglesia cercana poco después de huir de casa.


El padre lo ayudo con comida por unos días, pero luego comenzó a hacer peticiones, las cuales William no estaba dispuesto a cumplir y debido a esto su corta interacción con la iglesia se vio borrada y tuvo que buscar comida en otra parte, como en el callejón donde tuvo lugar su muerte.


Dime niño ¿Cuál es tu nombre y cuál es tu quirk? —pregunto el apuesto Raduriel a un niño de ojos rojos, mirada firme y cabello rubio cenizo.

Yo soy Katsuki Bakugou y mi quirk es explosión —respondió con una sonrisa mientras hacía unas explosiones de exhibición.

Bendecido, fuiste y bendecido serás, con los dones del espíritu santo florecerás, la verdad es que tu don es uno que el mismísimo ángel Gabriel te dio especialmente a ti, bendecido por el fuego.


La forma de hablar de Raduriel era cuanto menos extraña, pero para William era algo relativamente normal o así creía que era en su mente inexperta.


Pronto fue el turno de Izuku y al igual que los demás le hizo la misma pregunta.


Dime niño ¿Cuál es tu nombre y cuál es tu quirk?


Izuku tardo un poco en contestar por los nervios, pero después de ver como el hombre de cara amable frente a él trataba también a los demás niños, pensó que no lo trataría mal por no tener un quirk, así que lleno de esperanzas dijo.


Mi nombre es Izuku Midoriya y no tengo ningún quirk. —después de responderle al hombre amable Izuku espero la misma respuesta que les daba a los otros niños o al menos una similar, pero nunca imagino lo que le diría.

Decepción, decepción, un alma sin bendición que ni los ángeles vieron con amor, el templo de la iglesia del espíritu santo no admite la presencia de aquellos no bendecidos por los cielos bajo sus techos.

Un cierto estudiante de la UA [QHPS]Where stories live. Discover now