UN CIELO LLENO DE ESTRELLAS || PEDRI

NUEVA ETAPA

-Deséame suerte. -Dije bajándome del coche de mi padre.

Él es el que me ha traído a mi reunión en las oficinas del Fútbol Club Barcelona, Eric decía que no podía traerme, pero él vendrá a buscarme.

-No la necesitas, lo harás bien. -Bajó para darme un abrazo.

-Tu deséamela. -Dije abrazándole.

-Suerte. -Me separó de él y se me quedó mirando. -Estoy muy orgulloso de ti, yo y todos los demás.

-Lo sé, papá. -Sonreí.

-Eres la pequeña de la casa y mira hasta dónde estás llegando. Y seguro que llegarás mucho más lejos.

-Si tu intención es que me ponga a llorar, lo vas a conseguir.

-Ya paro. -Me cogió la mano. -No te pongas nerviosa, ¿vale? -Asentí y tragué aire. -¡Joder, eres Martina Ruiz! ¡Mi hija!

-¡Shhh! -Alzó mucho la voz. -Gracias papá.

-Ahora te dejo. -Se metió de vuelta dentro del coche. Bajó la ventanilla. -Llama a tu hermano cuando acabes.

-Que sí... -Se fue.

Emprendí mi camino hacia dentro del edificio.

Al entrar me quedé embobada con la decoración, había frases motivadoras del club por todas partes, fotos de los jugadores, del escudo y del estadio.

-Y por eso no hago ejercicio. -Reí bajo al ver una foto de un jugador con cara de cansancio y muy sudado.

-Martina Ruíz, ¿verdad? -Me preguntó una chica en el mostrador. Y yo asentí. -Tu padre me ha hecho salir de dudas.

-Perdona. -Dije avergonzada.

-No te preocupes. -Dijo medio riendo. -Te están esperando, sígueme. -Yo la seguí hasta una sala de reuniones por lo que se puede apreciar des de el ventanal. -Es aquí. Espera unos segundos.

-Sí, claro. -Abrió la puerta y entró para avisar de que ya había llegado. -Puedes pasar. -Abrió la puerta para que entrara.

-Gracias. -Dije casi susurrando.

-Suerte. -Me dijo antes de irse.

-Martina Ruíz. -Dijo uno de los señores que había. Todos vestidos con traje de camisa y corbata. Yo iba formal pero sin pasarme, llevaba una blazer de color negro. -Toma asiento. -Señaló una de las sillas en la mesa redonda. -Soy Andrés. -Se señaló a él mismo. -Sabemos que estás nerviosa, pero creo que los que deberíamos estarlo somos nosotros. -Todos rieron y yo lo hice también. -Podemos empezar con la presentación sobre como será todo.

-¿No van a hacerme ninguna pregunta?

-Los que estamos haciendo la entrevista aquí somos nosotros, Martina. -Un hombre distinto habló y yo lo miré confusa. -Nosotros estamos 100% seguros de querer trabajar contigo, te queremos en nuestro equipo, la única decisión que queda por hacer es la de si tú quieres que trabajemos contigo. -Mientras hablaba gesticulaba mucho y esta última frase la dijo señalándome.

-Yo... -Me cortaron antes de acabar o si quiera empezar la frase.

-No tienes que darnos ahora la respuesta. Hemos preparado una presentación para explicarte todo detalladamente. Luego podrás tomarte tu tiempo para darle vueltas.

-No creo que la vaya a necesitar.

-Por favor, llevo 4 días haciéndola. Déjame presentarla. -Dijo el señor de pie al lado de la pantalla.

-Vale, adelante. -Dije en una pequeña risa.

-Se la puedo abreviar si lo prefiere, me puedo saltar algunos puntos.