UN CIELO LLENO DE ESTRELLAS || PEDRI

PENALTIS +18

Estaba sentada en el comedor mirando el móvil.

Estos últimos días me han subido mucho los seguidores y mi nombre está muy presente en las redes sociales.

Picaron a la puerta. No estaba esperando a nadie, no sé quién puedodría ser.

Me levanté a abrir.

-¿Papá? ¿Mamá? -Dije al verlos.

-Por tu reacción veo que tus hermanos no te han avisado de que vendríamos.

-Pues no, no me han hecho llegar esa información.

-¿Dónde están?

-Javi ha dicho que ahora venía y Eric creo que sigue dormido.

-Vale, pues ves a despertarlo ya. -Dejó unos platos en la cocina. -Tus hermanas están de camino para comer aquí.

-Voy.

Subí a la habitación de Eric. Piqué en la puerta pero nadie me contestó.

-Tu lo has querido. -Dije entrando. -Eric, ¡buenos días! -Me tiré encima de él.

-Joder tío, que pesada.

-Despierta ya, han venido los invitados que no me has dicho que iban a venir. -Subí las persianas.

-¿Pero que hora es? -Miré el reloj.

-12:45 de la tarde. -Pasé por el lado de su cama, le quité la sabana y salí corriendo para que no me pegara.

-¡Tonta! -Me gritó.

-¡Te esperamos abajo! -Dije bajando las escaleras.

Al bajar Javi ya había llegado.

-¿Qué le has hecho? -Me preguntó riéndose.

-Mamá me ha dicho que vaya a despertarle y le he arrancado la sabana. -Rio más fuerte.

Mis hermanas llegaron con sus familias.

-Vale, escucharme todos. -Mi padre se puso en pie. -Hoy estamos aquí...

-Espera, espera, que grabo. -Dice Javi. -Ya. -Dice después de sacar el móvil.

-Vale, pues hoy estamos aquí, para celebrar los logros de la pequeña de la casa. -Sonreí. -Ella es la prueba de que hemos hecho algo bien. -Yo me reí y los demás le dijeron de todo a mi padre.

-Dicen que la tercera es la buena... -Habla mi madre.

-Gracias mamá. -Dice Javi, ya que él es el del medio.

-...pero nosotros tuvimos que seguir hasta la quinta. -Empezó a reír a carcajadas.

-Gracias. -Me levanté a abrazar a mis padres.

-Ahora una pregunta, Martina. -Mi hermana Sandra. -¿Entre tu y Pedri...? -Noté como la calor subía por mis mejillas y ellos empezaron a gritar.

-No hay nada. -Reí.

-Sí y por eso estás así de roja y os vieron en la cafetería a los dos. -Dijo mi otra hermana, Nía.

-Lo digo enserio, no somos nada, no hay nada. Fue Eric el que le pidió que me llevara al trabajo.

-Es verdad, se lo pedí yo. -Eric me sacó del apuro.

-Pues una pena, porque es un partidazo y nunca mejor dicho.

-Estaría bien tener a un jugador del Barça en nuestra familia. -Mis hermanas seguían con lo suyo. -Si fuera de mi edad me lo pediría, es mono. Pero le saco como 10 años.