NO ES SUFICIENTE

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-¿Te paso a récoger o te traerá...? -Guiñó el ojo repetidas veces convinado con golpecitos que me daba en e brazo con su codo.

-Un taxi. -Dije seca. -Me llevará un taxi a casa, Eric.

-Vale, vale, tranqui. -Me miró mal. -Me voy que ya vienen a por ti.

-¡Por fin! -Andrés fue el primero que me encontré. Porque fue el que se dirigií hacia mí.

-¡Andrés! -Me alegré mucho de verle en persona otra vez.

Tuve que entrar por la parte de atrás para que no me vieran.

-Te preguntaría que tal todo y bla bla bla, pero no tenemos tiempo Martina, sé lo buena que eres y el trabajazo que has hecho en Manchester, si eso luego.  -Me quedé callada mirándolo. -¿Qué?

-He echado mucho de menos que me mandes. -Fingí llorar y me abalanché sobre él.

-Yo también a ti. -Aceptó el abrazo. -¡Pero va! -Me aparté de él con rápidez por el susto que me pegó al gritar. -Tengo que explicarte como lo haremos, sígueme.

Hice lo que me dijo y fui tras él.

-Vas a esperar aquí. -Asentí.

Me trajo a detrás de una especie de cortinas.

-Los chicos vendrán por aquí a posar para una foto en unos 2 minutos o así. Cuando les oigas sales, te pones en la foto y así grabamos la reacción y vuestro reencuentro. -Levantó los dos pulgares. -¿Bien?

-Perfecto. -Asentí seguidas veces a la vez que levanté los pulgares como él.

-Genial, pues te dejo ya. Estáte atenta, eh.

-Que sí, que sí. Tranquilo, tú confía.

Se fue.

Me quedé allí parada esperando a oir sus voces.

Pero escuché a la de otra persona a mi espalda.

-¡Paula! -Grité.

-¿Martina? -Miró a los lados pero no me vio. -Andrés, creo que he escuchado la voz de... -Se marchó a hablar con él y me quedé yo allí.

-Gírate. -Le dijo a mi amiga.

Su boca se abrió nada más verme.

Iba a correr a abrazarme pero la frenó, para no estroper el plan.

Le hice un gesto de que luego la veía y ella asintió entendiéndolo.

-Esta chica... -Dije con una risa baja y negando con la cabeza.

Respiré hondo y volví a poner toda mi concentración en mi sentido del oído.

-¿Són ellos? -Dije susurrando y acercando mi oreja a la cortina para confirmarlo. -Sí, sí lo son.

-¡Chicos! ¡Posar para la foto! -Paula alzó la voz más de lo normal, puede que demasiado así que sentí que era mi señal para salir ya.

Lo hice.

-¿Creéis que hay hueco para mí en la foto? -Me puse en medio fingiéndo que todo está normal.

Sus caras eran todo un cuadro.

Sus jos se abrieron al igual que sus bocas. andíbulas cayeron.

-¡Martina! -Gritaron y me acorraaron para abrazarme.

Yo entre risas y medio llorando les abracé a ellos.

-Oye, pero ya que estáis os hago la foto, ¿no?

UN CIELO LLENO DE ESTRELLAS || PEDRIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora