UN CIELO LLENO DE ESTRELLAS || PEDRI

"AUCH, ESO HA TENIDO QUE DOLER"

-¿Alguna petición para ir a comer? -Pedri me preguntó ya en el coche.

-No, me dejo llevar por ti.

-Vale, pues en honor a Vittoria Messina. -Dijo riendo. -Iremos a un Italiano, ¿te parece?

-Me parece. -Sonreí riendo.

Me quedé mirándole embobada mientras él conducía.  Hasta que me di cuenta y dejé de hacerlo porque es muy turbio.

Puse música y como no Coldplay.

-¿Sabes que en realidad odio a más no poder esta canción?

-¿Cómo?

-Como lo oyes. No me gusta nada, no es mi género musical.

-Y de todas las veces que la he puesto nunca me lo habías dicho, la podría haber quitado.

-A ti te gusta, se te nota. No quería arruinar esos momentos, sonríes cuando la cantas, no me gusta la canción pero me encanta verte sonreír. -Volvió a dibujarse una sonrisa en mi cara. -Ves, mataría por verte así siempre.

-Dime una canción va.

-Te digo que me gusta tu sonrisa y me cambias de tema. -Rio. -Me sentiría mal si no fuera porque eres tu, poco a poco te voy conociendo mejor. Eres de las que responde "Gracias" a un "Te quiero". -Solté una carcajada. -Te ríes porque sí haces eso.

-Pues sí, sí lo hago. -Busqué una canción en mi Spotify. -Esta, esta seguro que sí es de tu tipo.

"Playa del Inglés" de Quevedo empezó a sonar.

-¿La has elegido porque es Canario?

-Puede... ¿He acertado?

-Lo has clavado.

Ambos cantamos la canción durante el camino.

-Ya hemos llegado.

-Aún no ha terminado. -Le dije refiriéndome a la canción.

-¿Pretendes que me quede aquí a esperar a que termine la canción? -Asentí. -Cada día me pareces más rara.

-Va, volvemos a empezarla. -La puse desde el principio. -Yo hago de Myke y tu de Quevedo.

-Vale.

-¿Aceptas? -Dije flipando.

-Sí, si aunque me niegue no nos iremos de aquí hasta que lo hagamos, prefiero aceptar ya desde el principio.

Hicimos el tonto durante la canción y ya después nos bajamos.

-Es muy bonito. -Dije sentándome en la mesa del restaurante.

Me trajo a un restaurante en el puerto de Barcelona.

-¿Qué vas a pedirte?

-Todo tiene muy buena pinta. -Dije mirando la carta. -Unos carbonara me sirve.

El camarero vino.

-Una pizza cuatro quesos para mí y unos carbonara para ella. Por favor.

-¿Para beber?

-Un vino irá bien.

-En un rato se los traemos. -Recogió las cartas sobre la mesa.

-Gracias. -Le dijo al chico. -Bueno, aunque parece que ya no estás tan enfadada, querías hablar y aquí estamos. Así qué adelante, yo te escucho.

-No entiendo tu comportamiento del otro día y te juro que lo he intentado, pero es que no puedo, no me cuadra nada.

-Es que no hay nada que entender Martina.