UN CIELO LLENO DE ESTRELLAS || PEDRI

REFRANES

-¿Me estás diciendo que Quevedo a twitteado sobre ti? -Paula se giró a hablarme apoyándose en mi mesa.

-¿Estás mirando el teléfono en horario laboral?

-Si no fuese parte de mi trabajo y me quedarán 10 min para acabar, me sentiría culpable, pero buen intento.

-Casi...

-No me cambies de tema.

-¿Qué quieres que te responda? Supongo que sí, lo vi ayer. Alen, mi sobrino, me despertó a las 2 de la mañana con una llamada solo para decírmelo.

-Y nada, te parece normal, ¿no?

-Pues no, le eché la bronca por estar despierto a esas horas si al día siguiente tiene clase y lo peor es que me levantó a mí también.

-No me refería a eso... -Me miró rara.

-Ah, ¿Lo otro? -Asintió bruscamente. -A ver, normal, normal no, estoy flipando, pero claro, tampoco sé si va sobre mí o nos estamos flipando.

-O sea "Entonces, fan del fútbol, fan de mi música y soltera, ¿algo más que deba saber? Digo, porque te falta poco y acabas describiendo a todo lo que me gusta. " -Leyó el Tweet. -¿Quién más podría ser?

-Literalmente cualquier chica soltera, fan de Quevedo y del fútbol, que no creo que seamos pocas. -Miraba el portátil sin darle importancia al asunto. -Podrías ser hasta tu.

-Ya, pero la diferencia entre nosotras es que no se ha publicado un vídeo en YouTube diciendo eso justamente.

-No sé hasta dónde quieres llegar con esto. Vale, va sobre mí, ¿Y qué?

-¿No le vas a responder? -Me levanté de mi silla y ella me siguió. -No me lo creo, tienes a Quevedo a tiro y ni te inmutas.

-¿Qué le respondo?

-Algo así, de este tipo, si tu eres muy de vacilar también. A mí me explotaría la cabeza veros juntos.

-No sé Paula, no estoy para eso ahora. -Salí y esperé a mi Uber a que viniera a recogerme para irme ya a casa después de todo el día trabajando.

-Pues sinceramente creo que es lo que mejor te vendría ahora. -Le miré pensativa. -No has pasado una buena racha por lo de Pedri, creo que ya va siendo hora de que pases al siguiente capítulo.

-No creo que sea tan fácil.

-Pruébalo, ya verás. -Me dio un beso en la mejilla de despedida. -Ya sabes lo que dicen, "Un canario saca a otro canario" o mejor "Un Pedro saca a otro Pedro". -Echó una pequeña risa.

-Me temo que no es así el refrán.

-Es como tu quieras que sea mi niña. -Dijo mientras se iba.

De camino a casa tenía muy presentes las palabras de Paula.

¿Debería responder?

Esa era la pregunta que rondaba por mi cabeza una y otra vez.

Llegué a casa y estaba vacía.

Era por la tarde de uno de esos días que me tocaba comer tarde y sola, porque mis hermanos no están en casa.

Seguía pensando en ello y me picaba tanto la mano que acabé cogiendo el móvil.

Pueden haber pasado perfectamente 10 minutos de yo con el móvil en la mano sin saber que responderle.

Llamé a Paula.

No hubo respuesta.

Volví a probar pero con Júlia.

Le puse en contexto de la situación para ver si me podía ayudar.