UN CIELO LLENO DE ESTRELLAS || PEDRI

ADMV

-Sé que me quieres matar, pero estoy bien. -Fue lo primero que dijo al verme llegar.

Intentó colocarse y quedar sentado.

Hizo muecas de dolor.

-No deberías haberlo hecho. -Me senté a su lado y alcé la mano pidiendo que viniera alguien del equipo a verle. -Ha sido una estupidez, mírate. 

No sabía ni qué decirle.

-Lo hecho, hecho está y no me arrepiento... -Se movió para tenerme cara a cara. Y notó dolor. -Bueno, si no me muevo, no me arrepiento. -Intentó disimularlo con una pequeña risa.

Un fisioterapeuta llegó hasta nosotros.

-Vamos a llevarte a revisarte. -Entre los dos le ayudamos a levantarse.

-No. -Pasó de lo que le dijo médico.

-¿Cómo qué no? Pedri, estás mal, hay que ver si ha empeorado o incluso si te has jodido otra cosa, quien sabe. -Me estaba empezando a cabrear. Estaba muy preocupada por él. 

-¿Y tú rueda de prensa? -Me miró y le devolví una mirada confusa.

-No hay.

-Sí que hay. 

 -Pedri, tiene que verte un profesional.  Eres mucho más importante.

-No, no da igual. No he salido yo jugar para nada. 

-Sí, sí ha sido para nada. No sé en que estabas pensando, pero desde luego no en ti. -Mi voz estaba alterada. -No entiendo la finalidad de todo esto...

Él se limitó a quedarse mirándome mientras yo seguía con mi discurso sobre lo desacuerdo que estaba con lo que acababa de hacer.

-Llamar a Paula y dile que encienda la cámara. -Le miramos confusos. -Y a ti te quiero en 2 minutos junto a mí con el micro.

Se soltó de ambos y se fue caminando como pudo a la zona de prensa.

Nos miramos yo y el fisio. Ninguno entendía nada.

-Será mejor que vayas. -Me dijo.

-Cuando acabe con esto te lo llevo. -Le dije.

Me dirigí a donde me dijo Pedri.

-3,2,1... -Empezó la cuenta atrás para empezar a grabar.

-Parar. -Les dije. -No tengo nada preparado, tengo la mente en blanco. Es un amistoso. No tenía pensado hacer esto. No hay preguntas en estos partidos. 

-Sí que hay. -Dijeron los dos a la vez. 

-No. 

-Sí. -Asentían muy seguros. 

-Martina, tú cíñete y haz lo tuyo. -Me miró con una leve sonrisa.

Me trasmitió confianza.

Pero no la suficiente.

-No puedo. Es tan surreal lo que acaba de pasar, mi mente no trabaja y menos cuando no tenía pensado hacerlo.

-Solo necesito que me preguntes por mi celebración. -Le miré raro.

No obtuvo respuesta por mi parte.

-Paula, por favor. Hazme el favor. -Le dijo a mi amiga.

Ella asintió.

-Pues te encargarás tú de esto. -Me puso la gran cámara sobre el hombro.

-Ni hablar, esto cada vez va a peor. -Estaba en contra de todo yo.

-Martina, si no haces una cosa tendrás que hacer otra. No puedo hacerlo yo todo. -Me dijo. -Solo tienes que darle a ese botón. -Me lo señaló.

Miré a Pedri y tenía una cara de penita a la cual no me podía negar.