Comida China.

482 67 73
                                    

– Lo sé — suspira abriendo la puerta corrediza de la terraza — Mariana hay que hacernos de tiempo porque no te veo desde hace rato

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

– Lo sé — suspira abriendo la puerta corrediza de la terraza — Mariana hay que hacernos de tiempo porque no te veo desde hace rato

– Es que justo ahorita que tú puedes, yo ando en San Miguel cubriendo un evento — ríe saliendo de su habitación

– Yo quisiera estar en San Miguel, bebiendo por ahí

– Pronto corazón, por ahora hay que agradecer que nos está yendo super bien, en especial a ti

– Bueno eso si — se sienta aprovechando el viento fresco de afuera — Pero ya, te extraño, incluso te veía más en periodo de examenes

– Pasa que la casa de tus papás me quedaba mucho más cerca, ahora que eres una hembra independiente si me queda más lejos

– Pues si pero este departamento esta muy cerca de la oficina, me es más sencillo y no debo levantarme tan temprano

– La vida adulta apesta — suspira — Y hablando de adultos — llama al elevador — ¿Haz hablado con tus papás?

– No desde que me fui, además sabes que la situación estaba tensa desde que mis abuelos me regalaron la camioneta, luego lo de la revista, en fin no quedamos en términos agradables

– Lo sé pero creí que habías hablado al menos con tu papá

– No pero lo intente, sólo que nunca contestó, seguro se dejo llevar por todas las estupideces de mi mamá — rueda los ojos — Pero hablo con mis abuelos seguido así que estoy bien, son los que más me importan

– ¿Y qué cuentan?

– Ya su hacienda esta terminada, me mandaron fotos se ve preciosa, en general todo bien con ambos y eso me tiene contenta

– Me alegro mucho por ti... Oye ya estoy llegando al vestíbulo, voy a tener que colgar ¿Hablamos otro día va?

– Suerte hoy y ten cuidado de no emborracharte que ya sabes como te pones

– Lo sé — ríe — ¡Te quiero!

– Y yo a ti — cuelga



Dejo el celular sobre la silla que estaba a su lado y cerró los ojos por unos minutos, es verdad que se encontraba cansada por el trabajo pero en serio extrañaba la compañía de Mariana, justo cuando su cuerpo comenzaba a relajarse más porque pronto se quedaría dormida, escucho la voz de Esteban a lo lejos.



– Perdón, no sabía que estabas dormida

– Sólo descansaba, te hacía en casa de tus padres

– Decidí no ir pero Inés se llevó a Hugo, tiene un rato que no lo ven

– ¿Y a que se debe que no fuiste? — se pone de pie

– A que mi vecina se veía algo deprimida, no quiero que saltes de la terraza

Etéreo Where stories live. Discover now