Hormonas.

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– Soy su mamá Esteban

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– Soy su mamá Esteban

– No dije lo contrario, sólo que Hugo no lo está viendo así

– ¿No dijiste lo contrario? ¡Me llamaste extraña!

– Dije que Hugo piensa eso

– ¿Y cómo lo sabes? ¿Le preguntaste?

– ¡De acuerdo! Escogí mal la palabra para referirme a esta situación

– ¿Sabes que? Estoy agotada, ya no quiero discutir contigo, soy su madre y eso no lo vas a cambiar tú, ni nadie — se quita la bata — Es mi hijo... Puedes quedarte en el cuarto o irte a otra parte, lo que hagas francamente no me interesa

– Marcia no seas así, sabes que dormir enojados es la peor cosa que podemos hacer

– Yo no estoy enojada ¿Dolida? ¿Decepcionada? Pues si pero enojada no, buenas noches Esteban






Ambos se pusieron cómodos en sus respectivos lados de la cama pero no lograron conciliar el sueño, Marcia porque se estaba aguantando las ganas de molerlo a golpes y llorar todo un mar de lágrimas, Esteban se sentía culpable y buscaba como arreglar el desastre que había echo, ya cuando las luces se apagaron trataron nuevamente de dormirse por al menos una hora, hasta que Marcia decidió encender su lamparita y sentarse. Estaba sintiéndose un poco mal ha decir verdad, pensó que al estar sentada o al tomar un poco de agua se le pasaría pero fue todo lo contrario, por lo que tuvo que ir a las prisas al baño para vomitar.

Aunque Esteban salió de la cama detrás suyo no pudo entrar al baño con ella, ya que le cerró la puerta en la cara, no le quedó de otra más que escucharla desde el otro lado y esperar, se llevó varios sustos cuando se instalaba un gran silencio que lo hacía pensar lo peor pero unos segundos después las arcadas comenzaban de nuevo, ni siquiera supo cuanto tiempo pasó en el baño vaciando el contenido de su estómago pero cuando por fin abrió la puerta; se asusto al verla tan pálida. La encaminó de regreso a la cama cargando con gran parte de su peso aunque ella insistía en que podía sola.






– ¿Quieres que te preparé un té? — la cobija

– No, la verdad no quiero nada ahora, vuelve a dormir estoy bien

– No puedo dormir sabiendo que estas sintiéndote mal

– Ya estoy bien, duérmete

– Estás pálida como papel

– ¿Y cómo quieres que esté? Acabo de vomitar hasta lo que no comí Esteban, por favor duérmete

Etéreo Where stories live. Discover now