Lunitas.

459 49 76
                                    

– ¡Es un niño!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

– ¡Es un niño!

– Si mi cielo — ríe viéndolo caminar emocionado por la oficina — Ven, siéntate aquí junto a mí

– Ahora vengo

– Pero... ¿A dónde vas? ¡Esteban! — niega — Diablos, ya se fue




Espero un par de segundos aún sentada en el sofá para ver si regresaba pero en lugar de eso escucho como le decía a las secretarias que tendría un niño, prenso una leve sonrisa antes de ponerse de pie y volver a su escritorio para seguir con los documentos que dejo tirados por Esteban y su ansiedad. Mientras que él agarraba a cualquier persona con la que se topaba para decirle que sería papá de un niño, fue hasta la oficina de Lucrecia aprovechando que la secretaria se había retirado unos minutos, entro sin tocar interrumpiendo una reunión.




– Esteban ¿Ya se te olvido que debes tocar antes de entrar? Disculpe señora Cacerez

– Lucrecia ¡Es un niño! — sonríe sosteniendo el picaporte de la puerta — ¡Voy a tener un niño! — se retira

– ¿Lo conoce?

– Es mi hermano, esta muy emocionado desde que supo que sería papá

– Entonces tendrá un sobrino, felicidades

– Gracias, retomando su caso...




Luego de que Esteban se lo dijera a casi toda la oficina y de que Lucrecia terminará su reunión fue a reunirse con Marcia, quien estaba revisando entre sus cajones en busca de una bolsita con nueces que escondía de Esteban pero al parecer las escondió demasiado bien.




– ¿Dónde está? Las había puesto aquí... No tiene patas como para huir

– ¡Hola! — abre la puerta — Escuche que el pequeño alíen en tu útero es un varón — ríe cerrando la puerta luego de entrar

– Hola, Esteban te lo fue a gritar ¿Verdad?

– Si, interrumpió una reunión para decirlo, vine a felicitarte y para saber ¿Cómo estás? Y ¿Por qué el loco no está aquí contigo?

– Estaré mejor cuando encuentre la bolsa de nueces que escondí de Esteban — sigue revisando — Supongo que él debe estar diciendoselo a más personas en este momento

– Tal vez esta contándole a papá que tendrá otro nieto, deja que te ayude a buscar tu bolsita — ríe — Parece que la escondiste demasiado bien

– Es que él entra a mi oficina y se las roba, trato de no comer tan mal para que este bebé sea sano y él me roba lo poco que puedo comer

– ¿No la habrás guardado en uno de tus jarrones de adorno?

– Puede ser, revisa ahí, yo voy a ver en mi organizador de carpetas, pude usar una de las que está vacía

– Aquí — saca la bolsita — Lo metiste en este jarrón, la verdad es que es un buen escondite, no creo que él las hubiera encontrado ahí

Etéreo Where stories live. Discover now