Etéreo

Patrulla.

Como era de esperarse Marcia paso una buena mañana al lado de Hugo, recibiendo mimos, besos e incluso empezaron a armar los legos juntos. Mientras que en la oficina, Lucrecia se encaminaba como todas las mañanas a la oficina de su cuñada para ponerla al tanto de lo que ocurrió con la muchacha de contabilidad, aunque al ver que la puerta estaba cerrada y que Merche prácticamente estaba jugando en su escritorio, supo que Marcia había salido o que de plano no vino a trabajar, algo inusual pues se estaba adecuando a la oficina nuevamente.

– Buenos días Licenciada

– Buen día Merche ¿Y tu jefa? ¿Salió o todavía no llega?

– Se tomó el día libre, el licenciado Esteban se encargo de avisar al supervisor, aunque no es para menos, si supiera lo que ocurrió aquí ayer

– ¿Se sintió mal? ¿Ocurrió algo con la bebé?

– No pero se presentó esa señorita que usted y la licenciada no soportan

– ¡Ah! Paula ¿Qué hizo la idiota?

– Ayer la licenciada llegó con el pequeño Hugo, le estaba explicando un par de cosas a la señorita respecto al caso de su novio y luego ella dijo... Creo que no debería hablar de esto

– No, ya empezaste así que terminalo ¿Qué dijo?

– Ella se sorprendió porque supo hace poco que pues... Hugo no es hijo biológico de la licenciada y el pequeño lo escucho

– ¿Me estás diciendo que la tarada de la oxigenada reveló algo personal de la vida de mi sobrino?

– El pequeño salió de aquí muy afectado licenciada

– ¿Sabes si Esteban esta en su oficina?

– Si, desde que llego no salió de allí

– A la próxima que ocurra algo similar, me avisas Merche

– Si licenciada

– ¡No lo puedo creer! — camina a la oficina de Esteban

– ¡Adelante! — archiva unos documentos — Está abierta la puerta

– ¿Como está eso que Paula ande revelando información de la vida de mi sobrino? — cierra la puerta — ¿Y por qué yo no estaba enterada de lo que ocurrió?

– Porque ibas a ponerte exactamente así

– ¡Pues claro! Es de mi sobrino de quien hablamos, además este es un tema delicado para Marcia también

– Ayer me encargue de ponerla en su lugar, Marcia abandono el caso, así que las dos no volverán a hablarse

– Hablas por Marcia porque la oxigenada no tiene ni un poco de vergüenza o decencia, puedo apostar a que irá a molestarla a la casa