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Había pasado solo unos minutos en el directo de los chicos y después fuí a la habitación que compartiría con Roier para arreglarme. Él se había quedado un rato más con sus amigos, eso era conveniente para mí.

Cerré la puerta con llave y de una maleta saqué mi maquillaje, debía empezar por ahí.

Me tardé una hora en maquillarme, cuando terminé con eso me puse el vestido que había elegido, era uno blanco hermoso pero tenía un cierre atrás que por alguna razón no podía cerrar

Alguien golpeó levemente la puerta así que me dirigí a abrir, como supuse era Roier

—Que bueno que llegas.— exclamé jalandolo del brazo para que entrará y cerré la puerta de nuevo

—El novio no debería ver a la novia antes de la boda.— se burló por mi vestido blanco

Yo ignoré eso y le dí la espalda para que viera el cierre

—Ayúdame.— pedí y sentí como se acercó para intentar subirlo

Contuve el aire para facilitarle la tarea pero parecía que él tampoco podía

—¿No consideraste un vestido que no pareciera de la talla de una niña de 12?.— cuestionó —Es muy pequeño.—

—Siempre elijo la misma talla.— confesé con dificultad

Roier simplemente dejó de intentarlo

—El lado positivo es que al menos sabemos que tus hábitos alimenticios si están mejorando.— exclamó y me giré para verlo mal —Se rompió el cierre.—

Me mostró el pequeño pedazo de metal que tenía en su mano

—¡Mierda!.— murmuré al borde el llanto, hoy era un día importante y ahora ni siquiera tenía vestido —¿Qué voy a hacer? No tengo otra cosa que ponerme y ya es tarde.—

—No te preocupes.— pidió —Lo vamos a solucionar, pensemos en algo.—

Empezó a caminar en círculos mientras yo solo lo miraba, no había solución ahora y la demás ropa que traía era bastante informal

—Dejalo, ya está.— murmuré frustrada —Me pondré alguna otra cosa.—

Caminé directo a mi maleta pero Roier rápidamente me detuvo

—Dejame probar algo.— pidió y lo miré sin entender

Fué a su maleta y sacó algunas cosas

—Date la vuelta de nuevo.— exclamó y obedecí

Segundos después sentí mi vestido ajustado, me dí la vuelta de nuevo para mirarlo, si lo había solucionado

—Traía algunos broches.— contó —Así que los utilicé para cerrar el vestido.—

Fuí directo al espejo para verme, se veía bien pero me preocupaba que en la espalda se vieran los broches y la gente supiera que no me quedó el vestido

—Me falta algo.— exclamó llendo por el saco de su smoking y poniéndolo sobre mis hombros —Ahora si.—

Nuevamente me miré, se me veía increíble

—Gracias.— sonreí y besé su mejilla

—Tenía que asegurarme que mi novia brillara frente a todos ¿no?.— río —Ahora es mi turno de arreglarme.—

Asentí sabiendo que quería que saliera de la habitación así que así lo hice. Recorrí un poco la casa, era gigantesca

Saqué mi celular para tomarme algunas fotos en diversos ángulos, me sorprendí cuando en mi cámara apareció Spreen posando para la foto

—Dale, tomala.— exclamó y le hice caso, no tenía muchas fotos con otros streamers y esto sin duda era especial —Vos haces que todo parezca posible, estás mejor que hace rato y eso parecía imposible.—

Reí un poco y puse mi mano sobre su hombro

—Que coquetería barata.— me burlé y él sonrió

—Flasheaste flaca, no estoy siendo coqueto.— ahogó la risa —Solo salí y te ví tomando fotos, me pareció bueno aparecer.—

—Bueno, entonces me iré.— exclamé girando y dando unos pasos hasta que escuché un pequeño ruido de su parte

—Pará.— pidió y me giré de nuevo para verlo —¿Me veo bien?.—

Negué rápidamente y él simplemente acomodó su gorra

—¿Y ahora?.— volvió a preguntar

—Parece que irás en pijama.— me burlé

—Si no te gusta mi outfit podés elegirme el de el siguiente evento.— se acercó bastante a mí

Él era algo intimidante para mí, quizás la imagen que tenía de él era lo que me hacía no poder tener la actitud que siempre me caracterizaba

—¡_____!.— escuché el grito de Roier

Me alejé de Spreen, él soltó una carcajada

—¡Voy!.— grité de regreso —Debo irme a ver a Roier, chau.—

Antes de irme sentí como él tomó mi brazo para detenerme

—Re emocionante se está poniendo esto ¿no lo crees?.— exclamó y moví mi brazo para que me soltara

—Sigo pensando que eres extraño.— reí y por fin me alejé de él para ir a mi habitación

Recorrí los largos pasillos y al estar frente a la puerta dí algunos golpecitos hasta escuchar que podía pasar

Entré y lo ví de espaldas, cuando se giró a verme pude verlo intentando acomodar su corbata.

Al verlo tan elegante sentí una brisa recorrerme y mi corazón empezó a latir rápidamente

—¿Me ayudas?.— pidió pero yo seguía mirándolo

¿Por qué se veía tan atractivo así? ¿Por qué no me podía mover? ¿Habrá otra que lo verá atractivo? incluso pensarlo me da incomodidad

—¿Mulán?.— pasó su mano frente a mí sacándome de mi trance —¿Estás bien?.—

—Si, solo son los nervios por los Esland.— mentí

Me acerqué a él para intentar ponerle bien la corbata pero nunca supe como hacerlo así que estaba quedando horrible

—Ya está.— exclamé, había quedado mal pero era mi intento más aceptable

Roier se miró en el espejo y rió, supuse que se la quitaría pero no lo hizo

—Estamos listos.— sonrió tomando mi mano para salir de la habitación

—¿No le pedirás a alguien más que te ayude?.— pregunté y negó sin soltar mi mano

—Cuando hiciste el nudo de la corbata me amarraste.— dramatizó y reí

Ir así ya no me molestaba en lo absoluto, igual seguía teniendo un objetivo fijo y un contrato que quería seguir cumpliendo

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓Where stories live. Discover now