𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓

⁴⁵

Cuando terminó aquella incomoda convivencia con la madre de Roier salimos de su casa, ya era tarde y debíamos dejar a Venecia en el hospital

—El día parecía interminable.— se quejó Roier y reí

Íbamos caminando bajo el oscuro cielo, cada uno iba tomando a Venecia de una mano, sin duda si parecíamos una familia

—Mira el lado positivo.— pedí y me miró de reojo como si esperara a que le dijera cual era el lado positivo

Intenté analizar un poco el día buscando una razón para que todo hubiera sido un poco más ligero pero no había nada; sin duda fué la comida más incomoda de mi vida

—Está bien, quizás no hubo lado positivo pero mañana será mejor.— aseguré y él rió

El camino al hospital era algo largo pero por lo menos nos daba la oportunidad de pasar más tiempo con la pequeña Venecia

—Por cierto, Spreen y Carre están en la ciudad.— avisé y su risa se detuvo —Quedé con spreen para hacer un stream juntos.—

Roier de inmediato cargó a Venecia y me miró mal

—¿Dejarás a tu familia por ese pendejo?.— cuestionó dramatizando pero igual le di un pequeño golpe, no debía insultar a nadie frente a la niña —Ya tan rápido seré papá luchón.—

—Sé que esta mal ir cuando debemos cuidar a Venecia durante estos días.— dije viendo como aun no la bajaba —Pero será mi última aparición en stream durante un tiempo así que será una buena manera de decir adiós a todo este mundo del stream.—

Escuché como suspiró y ahora dirigió su mirada a otro lado

—Si querías hacer eso me podías pedir a mí que hiciéramos un directo juntos.— susurró pero pude escucharlo así que reí

—Después del stream con spreen tengo planeado llevarlo al hospital a visitar a Ángel.— conté y de nuevo regresó su mirada a mí —Es su streamer favorito y quiero que sea feliz.—

Roier bajó a Venecia y nuevamente ella tomó las manos de ambos.

—¿Te das cuenta que poco a poco estás involucrandote con cosas del hospital?.— cuestionó con un tono cálido —Primero Venecia, ahora Ángel; me siento orgulloso de que estés ayudando a la gente, me comprueba qué tengo una novia maravillosa que seguramente no es de este mundo.—

Sonreí un poco y seguímos caminando sin decir nada. Quizás este era mi nuevo rumbo, ayudar a la gente y dejar una huella más profunda qué sólo mis streams

Mis pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar un pequeño ruido, de inmediato tanto yo como Roier nos detuvimos

—¿Venecia hizo ese ruido?.— cuestioné un tanto emocionada

Ella no hablaba aunque debería hacerlo, ahora solo había hecho un ruido como si quisiera algo pero no pudiera decirlo, fué un balbuceo

Roier parecía igual de emocionado qué yo

—¿Crees que pueda hacerlo de nuevo?.— preguntó él

Ambos la miramos atentos pero ella simplemente se quedaba quieta, como si no entendiera lo que estaba pasando

—Podríamos pasar toda la noche esperando que dijera algo pero mejor deberíamos correr antes de que se acabea hora límite para ir a dejarla.— reí un poco —No quiero que piensen que no podemos cuidarla o que no somos responsables.—

—No podemos correr y lo sabes bien.— recordó y simplemente bufé —Caminemos o tomemos un taxi.—

Empecé a caminar dándole a entender que prefería la primera opción.

Luego de bastantes minutos por fin llegamos al hospital, entramos y fuimos directamente a la habitación de Venecia, ahí ya estaba una enfermera esperándola

—¿Fué un buen día?.— le preguntó a la pequeña que inmediatamente nos soltó para caminar hasta ella

Claramente no dijo nada pero con una gran sonrisa fué hasta su cama para subirse

—Parece que se divirtió hoy.— exclamó con una gran sonrisa

—Al menos ella se lo pasó bien.— murmuró Roier y le dí un codazo

Venecia hizo de nuevo un pequeño balbuceo así que los tres la miramos

—Es la primera vez que emite un sonido.— avisó la enfermera sin dejar de mirarla

—La segunda, hace rato hizo lo mismo.— conté y ahora nos miró de nuevo

—Debo llamar al doctor.— avisó —¿Se pueden quedar unos minutos más?.—

Ambos sentimos confundidos mirando como salía rápidamente de ahí. Roier se sentó en la cama de Venecia y se estiró para tomar un libro que estaba en una mesita a un lado

—¿Apoco si sabes leer?.— me burlé acercándome a él y sentándome también

—Si y si no te molesta quiero leerle un cuento a mi hija.— dijo con un tono burlón

Venecia se acomodó para acostarse en mis piernas así que acaricié su cabello

—Mañana iré con Spreen pocas horas y después te ayudaré a cuidar a nuestra niña.— avisé y él simplemente me miró

—Voy a contratar a Quackity para quitarte la custodia, mala madre.— exclamó y reí

—Si Quackity es tu abogado ganaré el juicio.— dije entre risas provocando qué también riera

—Es mi amigo pero tienes razón.— dijo después de algunos segundos riendo

Por fin se acomodó y empezó a leer aquel libro, yo simplemente lo miraba y admiraba lo hermoso que se veía.