³⁷

12.7K 1.6K 1.1K
                                    

Desperté y estaba en una habitación totalmente blanca, no sabía que hacía aquí

No sentía suficiente fuerza para moverme pero logré girar un poco la cabeza, Spreen estaba sentado jugando con su celular

—¿Hola?.— exclamé llamando su atención

Él de inmediato dejó su celular y se acercó a la cama donde yo estaba acostada

—Nos diste un gran susto boluda.— dijo algo emotivo mientras tomaba mi mano

Al mirarlo de esa manera solo se me ocurrió hacer una cosa..

—¿Quién eres?.— pregunté y ví su sonrisa borrarse de inmediato

—No me contés qué te pasó como en esas películas donde pierden sus recuerdos.— dijo cubriendo un poco su boca —No te preocupés, soy tu novio así que me encargaré de esto.—

Se acercó demasiado como si quisiera besarme así que puse una mano sobre mi boca

—Anda a mentirle a tu abuelo.— exclamó riendo y se alejó —Al menos no perdiste tu buen humor.—

—¿Qué me pasó? Lo último que recuerdo es estar saliendo de casa de Roier.— mencioné y él solo levantó una ceja —¿Tú que haces aquí?.—

—Han pasado tres días desde que estas aquí.— contó y lo miré un tanto confundida —Flaca, si no te das cuenta esto es un hospital.—

Intenté levantarme un poco pero me era imposible, al ver eso simplemente me ayudó a acomodarme mejor

—Roier te estuvo cuidando día y noche, yo acabo de llegar.— aclaró —Juan me contó que estabas internada y tomé el primer vuelo, solo por vos.—

—¿Dónde está Roier?.— pregunté entrando en pánico, él me ayudaría a entender mejor las cosas

—Se fué a su casa, ahí se está quedando el Mariana y Aldo.— siguió explicando —Muchos tomaron vuelos solo para estar apoyándote de cerca, imagina lo importante que sos.—

Esos nombres hacían qué mi estomago se revolviera

—¿Y los squid?.— pregunté ahora

—Terminaron hoy, creo que ganó alguien de la comunidad inglesa.— respondió, me sentía mal por no seguir participando

Iba a preguntarle más cosas pero el doctor entró y empezó a revisarme

—Debería cuidarse mejor, por su enfermedad es grave qué siga manteniendo malos hábitos.— aconsejó después de ver mis signos —Es un milagro que despertara tan pronto.—

¿Llamaba "pronto" a tres días? Debía estar loco

—Ya sé que la anemia sigue ahí pero aun así la estoy controlando.— dije y el doctor revisó algunos papeles

—¿Anemia?.— preguntó y fruncí el ceño

—La última vez que vine a un chequeo me dijeron que tenía anemia.— conté algo que supuse ya debería de saber

Spreen se mantenía callado pero se veía muy atento a aquella conversación

—Señorita, usted tiene un problema en el corazón.— avisó y me quedé helada

Papá había muerto de algo como eso así que sabia perfectamente que no había una cura... ¿Y si era hereditario? ¿Cuánto me quedaría?

—Pará, eso debe estar re mal ¿no?.— exclamó spreen, sus ojos mostraban preocupación

—Lo siento pero es así y pensé que ya lo sabía.— exclamó el doctor —Eso es lo que la hizo colapsar, su corazón ya no está funcionando correctamente.—

Sentí mis ojos llenarse de lágrimas

—¿Cuánto tiempo me queda?.— pregunté con la mayor fuerza

—¿¡Qué carajos pensás!?.— cuestionó spreen alterado

Yo sabía a lo que estaba condenada ahora

—Si empieza a tener una mejor dieta y toma algunas medicinas podemos alargar el tiempo.— respondió el doctor —Su condición está avanzada por los problemas de anemia qué tuvo y porque no se cuidó bien cuando hacía actividades de mucho esfuerzo.—

Por eso me cansaba demasiado cada vez que corría o cuando intentaba bailar...

—Medio año.— dijo por fin y sentí todo irse a la basura

No dije nada más, solo empecé a llorar. Sentí como aquel argentino me abrazó y empezó a llorar también.

El doctor se fué pero nosotros aun seguíamos en aquel estado de shock

—Prometeme algo.— pedí cuando se separó de aquel abrazo y limpió mis lágrimas

—Lo que sea, pídelo y estará hecho.— dijo con la voz quebrada

—No le digas a nadie esto.— exclamé —Sé que está mal pedirte que cargues con esto pero no quiero preocupar a nadie.—

—Boluda, en tu casa están Ari y Juan.— había omitido eso —Nos estamos turnando para venir a cuidarte a pesar de que Roier pasa aquí casi todo el día, en algún momento lo sabrán.—

En este momento no podía pensar en alguna solución, solo sabía que quería vivir mi vida lo mejor posible

La puerta de la habitación se abrió, giré de nuevo la cabeza y ví ahí a Roier

—No mames.— corrió los pocos metros qué nos separaban y me abrazó —¿Por qué no despertabas? Estuve muy preocupado.—

Lo abracé aferrándome a él y fué inevitable no llorar de nuevo, ¿le tenía que contar lo que acababa de pasar?

—Iré a llamar a carre.— escuché a Spreen —Los dejo.—

Y segundos después escuché la puerta, si se había marchado

—¿Por qué lloras?.— cuestionó Roier alejándose de mí y limpiando mis lágrimas con un poco de papel —¿Y por qué parecía que Spreen también estaba llorando?.—

Solo lo miré sin poder hablar, era cierto que teníamos problemas pero ahora todo se había vuelto tan insignificante

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓Where stories live. Discover now