⁶⁶

5.7K 848 170
                                    

Al día siguiente y después de un viaje bastante largo por fin llegamos a España. Afortunadamente no nos habíamos cruzado con mucha gente así que pudimos llegar a tiempo al hotel donde nos quedaríamos

—Iré a bañarme.— avisó Roier cuando terminamos de acomodar nuestras cosas —Recuerda que en unas horas tenemos el "cara a cara" con Spreen.—

—¿No era algo así como el pesaje?.— cuestioné y negó

—Me van a pesar pero eso fuera de directo, solo es para que ellos comparen si tenemos los estándares adecuados para pelear.— explicó y aún no entendía —El pesaje oficial se hace un día antes del evento.—

Esto era muy complicado de entender pero aún así trataría de hacerlo por él

—Bueno, ve a bañarte, yo estaré arreglándome.— dije con una pequeña sonrisa, Roier asintió y después se metió al baño

Fui directo a mi maleta para empezar a sacar todo lo que me pondría esta vez. Cuando tenía todo preparado me alisté y me maquillé un poco, estaba tardando bastante y aún Roier no salía, empezaba a darme hambre

Ni siquiera terminé de maquillarme y alguien tocó la puerta de la habitación, me levanté directamente para abrir y encontrarme al que parecía ser un empleado del hotel, venía con esos típicos carritos donde transportaban la comida

—¿Señorita _____?.— preguntó y asentí un tanto confundida —Su novio me pidió que le trajera su comida.—

Me hice a un lado para dejarlo pasar, entró con el carrito y empezó a acomodar todos los platos sobre la mesa que teníamos en aquella habitación, cuando terminó simplemente me sonrió un poco y se fue

Miré todo un tanto extrañada, usualmente Roier no pedía servicio a la habitación porque prefería salir a comer a algún restaurante, supuse que esta vez había sido distinto porque quería llegar temprano a lo del "cara a cara".

Me senté y empecé a comer, todo aquí era bastante delicioso así que no me estaba limitando como antes solía hacerlo

—¿Cómo me veo?.— salió Roier por fin, estaba tan guapo —¿Pediste servicio a la habitación?.—

Por su expresión pude ver que estaba confundido así que dejé de comer para mirarlo sin entender

—¿Tú no lo pediste?.— pregunté y negó —Dijeron que mi novio había pedido que me trajeran comida, supuse que eras tú, era obvio.—

Ambos parecimos pensarlo por algunos instantes, discretamente seguía comiendo porque realmente estaba delicioso

—Hijo de su puta madre.— exclamó de repente y lo miré —Es que hace pura mamada para estar chingue y chingue.—

—¿Quién?.— pregunté y me miró mal —Ah, ya entendí.—

Se supone que Spreen se estaría quedando en el mismo hotel porque Ibai nos había recomendado el mismo lugar a todos

—Solo quiere provocarte.— recordé al ver su expresión —Hoy se verán en el cara a cara y deben de estar tranquilos, es un directo importante que estará viendo mucha gente.—

Se sentó a mi lado y también empezó a comer un poco, quizás esa no era la reacción que esperaba que tuviera 

—No vamos a desperdiciar esto.— dijo y reí un poco 

Era bastante comida, al menos había sido generoso con el detalle. Cuando estuve llena seguí con mi maquillaje, Roier terminó y se quedó sentado mirando sus redes

—¿Crees que así me veo bonita?.— cuestioné ganándome su mirada —Creo que es un maquillaje algo simple.—

—No me lo vas a crees pero tú haces que el maquillaje resalte, no importa que sea simple, siempre estarás hermosa.— respondió levantándose y caminando hasta donde yo estaba sentada para poner sus manos sobre mis hombros —Tengo tanta pinche suerte como para que una diosa se haya fijado en mí.—

Sonreí y le di un corto beso, él también sonrió

—Estoy lista para irnos.— avisé acomodando un poco mi maquillaje para no dejarlo todo tirado 

—Vámonos entonces.— me ofreció su mano para ayudarme a levantarme, la tomé y salimos de la habitación sin soltarnos

Estábamos en el tercer piso así que nos detuvimos para esperar el ascensor, las puertas se abrieron y dentro de él ya estaba aquel argentino con la vista clavada en su celular

—Esto debe ser una mala broma.— murmuró Roier haciendo que Spreen levantara un poco la mirada y nos mirara 

Las puertas del ascensor se iban a cerrar así que Spreen apretó el botón que las abría

—¿Se quedarán ahí? entren, podemos irnos juntos.— exclamó aquel argentino —Creo que iremos al mismo lugar.—

—Tomaremos las escaleras.— discutió Roier 

—Vos poder tomarlas pero que ______ baje en ascensor, sé que pasaron meses de su operación pero aún así debe evitar agitarse por bajar tres pisos.— dijo Spreen

Las puertas de nuevo se iban a cerrar así que volvió a apretar aquel botón. Miré a Roier, sabía que usándome de excusa lo habría convencido

—Puedo bajar unas simples escaleras.— reí un poco intentando quitar el momento de tensión

—Bueno, entonces nos vemos.—sonrió el argentino y ahora presionó el botón para que se cerraran las puertas

Antes de que pudieran hacerlo Roier metió su mano y me jaló un poco para que entráramos, cuando estuvimos adentro las puertas se cerraron y por fin empezamos a bajar, spreen reía discretamente y mi novio simplemente parecía molesto. 

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓Where stories live. Discover now