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Iba camino a casa sola, Spreen me quería acompañar pero preferí negarme a eso para que no hubiera algún enfrentamiento con Roier y menos después de su confesión se hace rato

Había pasado a comprar la cena y los chocolates qué me habían pedido así que se me había hecho incluso más tarde, pasaban de las 9 pm

Llegué a casa y entré, todo estaba en silencio

—¡Ya llegué!.— grité

Mushu corrió hasta donde estaba para saltar emocionado, sonreí viendo como al menos él se alegraba de que estuviera de regreso

Fuí a dejar la comida en la mesa y empecé a recorrer la casa para burcarlos. Llegué a la conclusión de que no estaban así que saqué mi celular para llamar a Roier.

—¡Sorpresa!.— exclamó Roier asustandome

Puse mi mano sobre mi pecho por sentir un dolor en mi corazón, mis latidos se intensificaron.

—Te tardaste mucho.— dijo sin notar mi reacción

Venecia me extendió los brazos como si quisiera que la cargara pero yo no podía. El dolor empezó a disminuir pero aun así sentía la molestia

—Fué un día pesado.— dije lo mejor que pude

De mi bolso saqué los chocolates y se los dí, a Roier se le iluminaron los ojos

—Son para Venecia.— avisé y me miró como si hiciera un berrinche

—Le voy a enseñar a compartir.— dijo dándole uno a Venecia y comiéndose uno

Reí un poco, al menos habían sobrevivido a su día juntos, siendo sincera me preocupaba un poco dejarlos

—Compré la cena.— recordé

—Vamos a cenar, después tenemos que llevar a Venecia al hospital.— dijo y asentí

Fuimos directo a la mesa para acomodar todo y empezar a cenar, yo le estaba dando de comer a Venecia, por toda su enfermedad también se le complicaba comer sola aunque lo intentaba

—Por cierto, hoy quería ver si podíamos quedarnos más tiempo en el hospital.— dije

—¿Para qué?.— cuestionó confundido

—Quiero hablar con la madre de Ángel y solo suele ir a cuidarlo en las madrugadas.— conté —Le ofreceré ayuda para pagar algunas cuentas del hospital, así ella y su papá podrán quedarse más tiempo con él.—

Sonrió y asintió dándome a entender que estaría bien que nos quedáramos.

Mientras seguíamos cenando me platicó todo lo que hizo hoy con Venecia, al parecer se habían divertido mucho.

Escuché como sonó su celular y lo sacó para verlo

—Es spreen.— dijo extrañado —Iré a responder.—

Se levantó y se fué dejándome sola con Venecia.

—¿Crees que es raro que el tío Spreen le esté llamando a papá a estas horas?.— cuestioné dándole otra cucharada de comida —Para mí si es raro.—

Solo me quedaba esperar a que viniera Roier para preguntarle que había pasado.

Pasaron unos minutos hasta que regresó, se había puesto un suéter y traía uno de Venecia en sus manos

—Debemos ir al hospital ahora.— dijo y lo mire sin entender —Vámonos.—

Se acercó a cargar a Venecia así que también me levanté, salimos de casa y afortunadamente pasó un taxi rápido

—¿Pasó algo con Spreen?.— cuestioné cuando íbamos de camino

—No, él está bien.— respondió —Tú no te preocupes.—

—¿Cómo no me voy a preocupar si después de una llamada de él me estas arrastrando prácticamente al hospital?.— cuestioné y ví como se puso tenso —¿Qué te dijo spreen?.—

Suspiró y me miró, era como su manera de decirme que no podía contarme

—Apenas son las 10 pm, nos queda una hora con Venecia.— dije —Tú pasate un día completo con ella pero yo no, es muy temprano para llevarla.—

—No es por eso que vamos al hospital.— dijo y suspiré frustrada —¿Confías en mí?.—

Asentí, confiaba en él pero odiaba sentir que me estaban ocultando cosas.

Llegamos al hospital y bajamos, él iba cargando a Venecia que se había dormido en el camino hasta acá. Entramos rápidamente y llegamos a la recepción, ahí estaba el doctor que atendía mi caso

—Acaba de cenar.— avisó Roier, yo lo miré mal ¿por qué ni siquiera saludaba?

—La vamos a tener que tener algunas horas en observación antes de la cirugía.— avisó el doctor dejándome confundida

—¿Cirugía?.— cuestioné, al parecer todos entendían perfectamente que pasaba excepto yo

—Es mejor que vaya a dejar a la niña antes de entrar en todo este proceso.— avisó mirando a Roier, él asintió y se llevó rápidamente a Venecia

Yo estuve a punto de seguirlo pero el doctor me detuvo

—Apareció un donante.— dijo y lo miré sin entender

—Usted dijo que había una larga fila para los trasplantes y yo ni siquiera he pasado un mes con mi diagnóstico.— exclamé

—Es un milagro.— habló —Hicimos pruebas con los exámenes médicos que te realizamos y es compatible.—

Empezaba a odiar la palabra "milagro", necesitaba una explicación a lo que estaba pasando

—Es una oportunidad única.— avisó —Hay qué prepararte para todo.—

—Pero yo necesito saber que pasa o no estaré tranquila.— exclamé

Roier regresó corriendo pero ahora sin la pequeña Venecia.

—Iré a preparar lo necesario para que te internen.— avisó el doctor y se fué

Tomé la mano de Roier, parecía muy acelerado.

—Quiero que me digas que está pasando.— pedí —Por favor.—

Suspiró y tomó mis dos manos para mirarme directamente a los ojos

—Ángel le dijo a Spreen qué su condición había empeorado y que no sentía que pasaría la noche.— contó y sentí un balde de agua helada caer sobre mí —Le contó tu situación y él...—

Quizás fué toda la presión del momento o porque no sabía que pasaría pero simplemente sentí caer todo mi cuerpo, no estaba desmayada pero simplemente entré en shock

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓Where stories live. Discover now