𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓

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Después de denunciar a mi ex padrastro, dejamos a mamá en casa y por fin salimos a nuestra tan esperada cita

—¿Tú crees que estoy tomando una buena decisión al dejarla quedarse?.— cuestioné a Roier mientras caminábamos tomados de las manos 

—Creo que está bien, debió ser duro verla toda golpeada.— respondió —Sé que no fué la mejor madre pero lo que le pasó puede ayudarla a reflexionar.—

Íbamos sin un destino fijo, mi mejor cita con él sería algo calmado, quizás ir a un parque y esperar a que fuera de noche para tener una mejor atmosfera. También planeaba invitarlo a cenar en su restaurante favorito para hacerlo sentir de la misma manera en que él me hacia sentir siempre

—No entiendo porque estás muy amigable con ella.— exclamé y escuché como se burló —Primero le dijiste que estaba en el hospital, después cuando vino le limpiaste las heridas e incluso te estás comportando como si nada de lo que te hizo antes hubiera pasado, es ilógico-—

Roier simplemente suspiró, eso no me estaba dando una respuesta clara

—Tú y yo somos tan parecidos que me sorprende como aún no te das cuenta de lo que estoy tratando de hacer.— dijo y esperaba que me lo explicara —Quiero llevarme bien con mi suegra, así como tú te quieres llevar bien con mi mamá. Me preocupa que siga pensando que no soy suficiente para ti.—

—La gran diferencia es que tu mamá nunca se comportó grosera conmigo y la mía si fué bastante mala contigo.— recordé —Además ella puede pensar lo que quiera sobre ti, a mi no me importa.—

—Nuestras madres nunca fueron buenas con nosotros pero aún así intentamos darles un papel importante en nuestra relación.— se burló un poco —Tú incluso intentaste que arreglara mis traumas con ella, deberíamos dejarlas fuera de todo esto.—

—Mamá es la única familia que tengo, realmente no la puedo dejar fuera de esto porque si seguimos juntos en algunos años necesitaré que alguien de mi familia asista a nuestra boda.— jugué y me miró de reojo

No dijo nada así que me hizo sentir que había dicho algo que no le gustará, quizás no le parecía que bromeará con un tema como una boda tan pronto.

Mientras seguímos caminando simplemente bajé la mirada algo apenada, sin duda la sensación de haber hecho el ridículo no me dejaría en paz, lo seguiría sobre pensando.

De repente se detuvo haciendo que yo también me detuviera, levanté la mirada por fin y pude ver que frente a nosotros había un mural pintado en una gran pared, era hermoso y lo que más resaltaba era un árbol rosa con una Flor de Cerezo cayendo.

—¿Por qué nos detuvimos aquí?.— pregunté riendo un poco

—Lo que dijiste me dejó pensando.— volvió al tema y simplemente me sentí avergonzada de nuevo —Pusiste en duda nuestra relación, dijiste "si seguimos juntos" y creí que lo tenías igual que claro que yo.—

—¿Esperaste a que llegáramos frente a este mural para hacerme un berrinche?.— cuestioné riendo y él negó

—¿Sabes por qué te puse Mulán?.— cuestionó ahora él 

—Según los fans era porque llegué al top siendo la única chica en alcanzar las cifras de Ibai y Auron.— recordé —Lo relacionaste con que en la película Mulán es la única chica en mezclarse en algo que es dominado por los hombres, tipo la guerra y...—

Me interrumpió con un pequeño beso; aunque me había gustado esa manera lo miré mal, ¿para qué me preguntaba si me iba a interrumpir?

—Hay una parte donde el emperador dice "la flor que florece en la adversidad es la más rara y hermosa de todas", supe que tú eras esa flor desde que te ví en directo por primera vez.— confesó y señaló la pintura —Tú eres mi flor de cerezo y por eso sé que lo de nosotros durará para siempre, mi propósito en esta vida y en las que siguen es cuidarte como mi tesoro más preciado, porque eso eres.—

Era sin duda lo más lindo que alguien me podría decir, no podía decirle que la flor que usaban como referencia era la flor de loto y no la de cerezo. Tomé su mano con aún más fuerza sabiendo que no querría soltarlo nunca, quizás la analogía estaba mal hecha pero para ambos tendría un significado hermoso, él también era mi flor de cerezo

—Eres muy cursi.— reí y besé su mejilla —Eso me encanta.—

—Me gané el amor de la mujer más hermosa de mi mundo, fue difícil pero lo logré.— se burló y empezamos a caminar de nuevo —Al final creo que la cursilería si sirve para algo bueno.—

No podía negar que Roier se había encargado de llenar mi vida del amor que tanto había necesitado, tenía todo lo que siempre quise pero cuando él llegó me demostró que podía tener incluso mas que lo que soñé. 

Nunca me habría imaginado recorriendo la cuidad con mi novio porque estábamos a punto de mudarnos, sin duda cada día con Roier sería una aventura y mientras su sonrisa me siguiera guiando no tendría motivos para irme.