La flor de la constancia, de la firmeza y perseverancia que te ayudarán a conseguir todo aquello que desees, pero sobre todo, todo aquello que merezcas.
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-Al, respóndeme.
Mi amiga morena rueda sus ojos y se sienta en frente a mí.
-A ver, Olive, ¿qué quieres?
-¿Crees que Marc va en serio?
-Pues no lo sé, no lo conozco.
Ruedo los ojos, me cruzo de brazos y me siento como un indio en el suelo.
-Es que, a ver, no estoy enamorada de él, bueno, igual sí, no lo sé; pero lo que quiero decir es que...
Me tapo la cara con las manos.
-Menudo lío tienes en la cabeza. Deberías preguntarle a Álex.
-¿No será muy cantoso?
-¿No crees que será más cantoso si estás comiéndote la cabeza todo el día?
-¿Y si le preguntas tú?
-¿Yo? ¿Estás tonta? Eso es aún más cantoso.
Al me responde con una sonrisa.
-Al, no sé qué demonios hacer.
-Vete a la cita, total, peor parada no puedes salir.
-Oh, Al, puedo salir mucho peor, creo que tengo un crush en Marc desde siempre. No sé si me hizo más ilusión que me pidiese salir o eso aumentó el miedo en que me rechace.
Ella se acerca y se pone en cuclillas frente a mí.
-Tía, no te ralles, ya se verá.
Me encojo de hombros y vuelvo a bajar la mirada. Ella me mira de forma cariñosa, se sienta a mi lado y me pasa un brazo por los hombros.
-Eres la mejor, Al, te quiero.
La verdad es que yo no soy de ese tipo de personas que dice esas palabras muy a menudo, a Álex se la he dicho pocas veces.
-¿Te parece si vamos a tomar algo? Por aquí hay una cafetería increíble.
Asiento y me levanto, me cambio de ropa, ato el pelo en un moño desordenado y salgo a la par de mi amiga de mi apartamento.
-Deberíamos vivir juntas.
-¿Y si me ligo a alguien? Tienes un apartamento increíble, Liv, pero un poco incómodo si hay que...
-Vale, vale, entiendo- la corto riendo-.
Caminamos por el paseo marítimo de la Barceloneta hacia el Vitaminas Burger & Beach Bar que se encuentra a pie de playa. Nos sentamos en una de las mesas de la terraza, justo en la esquina.
-Buenos días, bienvenidas, ¿saben lo que quieren tomar?
