La flor de la constancia, de la firmeza y perseverancia que te ayudarán a conseguir todo aquello que desees, pero sobre todo, todo aquello que merezcas.
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Sigue saliendo la foto en mis notificaciones, me etiquetan todas las veces que la publican, estoy un poco cansado de que salga siempre la misma. Pongo la cámara frontal en instagram y me alejo un poco del lugar en el que estamos sentados, aún a la espera de un diagnóstico para la madre de Liv.
-Hola a todos, bueno, no es algo que haya tenido que hacer nunca, por lo tanto no sé cómo hacerlo.
Cojo aire antes de seguir hablando y me paso una mano por el pelo.
-Sé que la foto que se ha transmitido en redes de un hospital mía con una chica os llama la atención. Solo quiero pediros que, por favor, por mucho que queráis saber o conocer. No nos agobiéis, ni a mí ni a ella. Como habéis podido ver estoy en un hospital, he visto comentarios alarmados y etc, quiero asegurar que lo que ha pasado es personal y espero vuestra comprensión. Un saludo y gas.
Alargo la última ese con una sonrisa, saludando con la mano que no tengo agarrando el móvil.
-Gracias por eso.
La voz de Liv se hace presente en el pasillo vacío.
-¿Me vas a contar por qué está aquí mi madre?
Asiento y me muerdo el labio, nervioso.
-Estábamos en casa, comiendo, cuando escuchamos unos gritos fuertes, la verdad es que al principio pensamos que sería la vecina nueva teniendo una comida un poco, cómo decirlo, ajetreada. Pero el caso fue que esa vecina llamó a los Mossos porque había visto entrar a alguien en la casa.
-¿A quién?
-No se sabe, es decir, ella no lo reconoció y cuando fuimos a ver estaba la casa vacía. Lo que te decía, al escuchar las sirenas corrimos hacia afuera, para ver que estaba pasando; al verla a ella en la calle mi madre entró corriendo en casa para coger las llaves de la tuya. Entramos mucho antes de que los Mossos bajaran del coche. Tu madre estaba en la cocina, tirada en el suelo, con una brecha en la cabeza; según nos dijeron tu madre y la persona que entró en casa se pelearon, porque la herida de ella fue con un cristal de un plato.
Liv asiente, cruzada de brazos.
-Entonces, para que nos entendamos, mi madre fue asaltada por una persona y le abrieron la cabeza.
-Así resumiéndolo... Sí.
-Bien.
Ella suspira y no se mueve, ambos nos quedamos en el mismo lugar por algunos minutos.
-Él es David.
-¿Es el chico?
Que pregunta más estúpida, Marc, obvio que es él.
-Sí...
Baja su cabeza y suspira. La sube al momento y me agarra, tira de mi hacia una puerta.
