Capítulo 30.

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-Que rico está todo, mamá

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-Que rico está todo, mamá.

-Me alegro, ¿has hablado ya con Liv?

-No, supongo que estará ocupada con sus cosas.

-¿Has pensado en lo que hemos hablado?

-He pensado demasiado en eso, esta noche tenía pensado proponérselo.

-¿Proponerle lo qué? ¿A quién?- poso mis ojos sobre mi hermano, el cual entra acompañado de Miriam-.

-No, que tu hermano tiene pensado proponerle a ...- interrumpo a mi madre antes de que diga nada-.

-¡Mamá! No, es una sorpresa, sólo lo sabes tú.

-Buenooo, será un romántico empedernido este, ahora.

-Sh, no seas malo, Álex.

-Eso, hazle caso.

Miriam se ríe y apoya la cabeza en el brazo de mi hermano, ambos se sientan en la mesa mientras que yo me levanto.

-Voy a acercarme al centro a ver si está ya en casa.

-Ten cuidado hijo.

-Claro, mamá.

Subo en el coche y pongo rumbo hacia la casa de la chica, a la cual entro gracias a las llaves que ella me dio; la propuesta es simple: una casa para ella y para mí, para que en un futuro comencemos a formar nuestra familia, una de la que tanto habíamos hablado.

Cerca de las cinco decido encender la televisión y las noticias me abruman, los titulares son cortos pero demasiado alarmantes.

Posible atentado terrorista en Barcelona.

Mil cosas comienzan a pasar por mi cabeza, agarro mi teléfono para comenzar a llamar a Liv. Mi barra de notificaciones está a fuego, pero lo ignoro.

Tres pitidos.

Bueno, puede estar ayudando.

Escucho los pitidos casi un minuto, decido dejar el móvil a un lado antes de volver a llamar.

Los cambios de titular son demasiado bruscos.

Se desconoce el número de muertes pero aproximadamente hay más de cien heridos.

-Joder, Liv.

Vuelvo a llamar, sigue sin responderme.

Ahora a quien llaman es a mi.

-¿Si?

-¿Marc?

-¿David?

-El mismo, necesito que vengas a las Ramblas.

-¿Ha pasado algo?

-Esto... ven rápido.

Salgo del piso rezando porque no sea ella una de las heridas.

El camino en el coche se me hace eterno, mis gafas y la gorra no dejan de acompañarme en ningún momento.

El paisaje es devastador, cientos de personas tiradas en el suelo, algunas tapadas completamente. Camino a lo largo de la calle hasta el lugar que me había concretado el amigo de la rubia.

Lo que veo me hace sentir que la vida se me cae a pedazos.

Corro hasta llegar al lado de él, confirmo cien por cien que estoy llorando solo al verla a ella.

-Liv cariño.

Me quito las gafas para poder verla a los ojos, ella sonríe ligeramente y con su brazo me acerca un poco hacia ella.

-Hola, mi vida- sonrío, pero las lágrimas siguen cayendo-. Marc, estoy cansada, llévame a casa.

-Claro, vamos.

Hago el amago de levantarla del suelo pero el chico me frena con un toque en el hombro. Levanta la sábana que le tapa las piernas y puedo ver un charco de sangre, proporcionado por una herida en esta, además tiene el abdomen con cardenales.

-Marc, son daños internos.

La respiración empieza a fallarme. No puede estar pasando esto.

Asiento y me dirijo a la rubia, llorando cada vez más.

-Cariño, te vas a poner bien, lo sabes, ¿verdad?

-Que el optimismo no te abandone nunca cariño. Quiero que me prometas una cosa, Marc.

-Liv, no, cállate, no te vas a morir- poso la mano en su mejilla y ella cierra los ojos momentáneamente-. Vas a salir de esta, vamos a salir de esta, mi amor.

-Sé que lo dices pero no tienes esperanza, no te preocupes, yo tampoco la tengo ahora mismo- aspira de forma pesada, cómo si le costase respirar-. Te amo, ¿vale? Has sido desde que nos conocemos lo mejor que me ha pasado, dile a Álex que lo adoro, que siempre voy a estar con él protegiéndolo de todo, dile a mi madre que venda la casa y que viaje, que hable con papá. Marc vete a Galicia y diles a todos que los adoro. Pero sobre todo dile a mi padre también que lo quiero. Quiero que me escuches bien, a pesar de todas las adversidades sigues ahí, siempre arriba cariño- ella lleva su mano hacia mi mejilla, la cual acaricia-.

-Liv, no digas eso nena. Va a venir un médico, David fue a por alguna persona que nos ayudase, todo va a salir bien cariño.

-Te quiero, Marc, no te olvides nunca.

La felicidad es tan efímera que cuando se va vuelves a ver todo cómo era antes.

Voy a dejar esto por aquí y me voy a ir lentamente

Lavanda || Marc Márquez (Completa)Where stories live. Discover now