La flor de la constancia, de la firmeza y perseverancia que te ayudarán a conseguir todo aquello que desees, pero sobre todo, todo aquello que merezcas.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
-Me encanta esta canción.
Arrastro a Marc hacia la pista de baile, quién al principio se rehusa, pero finalmente se deja llevar. Él se balancea al ritmo de la canción pero yo me muevo más, salto y canto.
-Estás loca.
-Soy feliz, estoy feliz.
Sigo a lo mío con Marc guradándome las espaldas, unas manos se posan en mi cintura y asumo que son las de mi novio, que bien suena eso de novio la verdad.
-Marc...
Me giro hacia él, el cuál no separa su mirada de mi cintura, observo desde sus hombros pero veo que sus manos están caídas a cada lado de su cuerpo. ¿Entonces?
-¿Ya no reconoces mis manos, pequeña?
No dejo de mirar a Marc, quién, poco a poco, acaba con sus manos hechas puños. Me remuevo inquieta, intentado que las manos del chico suelten mi cuerpo.
-¿No vas a hablarme acaso?
Niego con la cabeza y comienzo a caminar hacia Marc, pero el chico me atrae hacia él, ejerciendo presión en la cintura, haciendo que haga una mueca que no pasa desapercibida para Marc. Escucho las notas de la canción de lejos, cómo si no estuviese sonando pero a la vez sí.
-Caleb, suéltame.
Escucho la risa grave del chico, en el fondo estoy rezando por que aparezca Álex y hable con él.
-¿Por qué? ¿Acaso tienes novio?
Mis ojos están fijos en los de Marc, quién espera mi respuesta.
-Sí.
Sus manos recorren la piel desnuda de mi abdomen a su gusto, mientras veo que la cara de Marc se va endureciendo poco a poco.
-¿Y por qué no está aquí?
-Sí que está aquí.
-Entonces, ¿cómo te dejó sola?
Intenta tocar más abajo de mi ombligo pero lo paro, recuerdo la sensación de estar así con él y ser incapaz de hacer algo, pero ahora no van a ser así las cosas, ya no.
-No estoy sola, gilipollas.
Me giro rápidamente y le doy una sonrisa cínica, tras esto mi mano acaba en su nariz, mi nudillo se incrusta en esta.
-Hija de...
Murmulla esas palabras llevándose las manos al órgano dañado, su rizado pelo rubio se mueve conforme él camina hacia atrás. Marc tira de mí hasta hacerme chocar contra su pecho, en el que me apoyo.
-No hemos podido bailar.
Me giro hasta quedar cara a cara con él y rodeo su cintura, Marc imita mi acción.
