En manos de la Bestia

Capítulo 1

Addy...

El centro comercial estaba más lleno que de costumbre, conforme caminaba hacia mi destino, observaba a las personas. Algunas en compañía riendo, otras concentradas observando los aparadores, cada una sumergida en su mundo y ahí estaba yo tratando de distraerme en lo que fuese, para evitar que mis nervios me traicionaran.

Las enormes letras en color verde me hicieron detener mis pasos. Estaba justos ahí, en el lugar en el que debía estar.

Coffe Dark la cafetería estaba bastante llena, me detuve en la entrada buscando con la mirada a la persona que me cito. A pesar de estar sentado de espaldas, no tarde en saber de quien se trataba, tome un enorme respiro y me acerque hasta donde él estaba.

Conforme me acercaba trate de observar su apariencia. En cuanto noto mi presencia sonrió.

—Hola soy Samuel, tú debes ser Addy —dijo levantándose de su asiento.

—Si —respondí regalándole una sonrisa. Me observo detenidamente.

—Te imagine diferente —al igual que yo a él.

Jamás me había considerado una chica de baja estatura, pero tenerlo a él frente a me hizo sentir bastante pequeña. Tuve que levantar levemente mi cabeza para poder mirar sus redondos ojos cafés, sus pestañas eran bastantes largas, mientras una de sus tupidas cejas estaba decorada por un pequeño aro color plata.

—Pero siéntate —su voz interrumpió mi descarada manera de mirarlo. Sentí un poco de vergüenza por mirarlo de esa manera.

—Gracias —señaló la silla, sin pensarlo tome asiento —Para ser sincero creí que Jerry mandaría a una persona mayor. Te ves muy joven, ¿puedo saber tu edad?

—Veintiuno —su sonrisa dejo al descubierto sus lindos hoyuelos, tenia que admitirlo el chico era bastante guapo y a pesar de no conocerlo podía decir que era bastante amigable.

—Wahoo sí que eres joven —pasó su mano por su alborotado cabello castaño, sobre el dorso de su mano llevaba un dibujo en forma de circulo el cual no pude apreciar bien ya que me sentía un tanto incómoda de verlo detenidamente —Te seré sincero Addy. No creo que este trabajo sea el indicado para ti —de alguna u otra forma tenía que conseguir el empleo.

—Por favor. Solo dame una oportunidad, te aseguró que no te arrepentirás —no me importaba suplicar con tal del que el trabajo fuese mío.

Sus ojos no perdieron contacto con los míos.

—Bien solo porque Jerry me hablo bien de ti. Ahora vayamos al punto, se supone necesitas el empleo, necesito que seas honesta conmigo y me digas la razón del porque quieres el trabajo —su celular que estaba sobre la mesa, emitió una alerta. Él lo tomo, pero me hizo una seña para que respondiera su pregunta.

—Bueno yo... En realidad, me quedé sin trabajo, tengo gastos... y no tengo otra opción —todo o más bien lo último que dije era verdad, él levantó su mirada para ver cada uno de mis movimientos.

Podía sentir como mis manos sudaban, trate de concentrarme en otra cosa para no morir de nervios.

—Lo primero es que, si tomas este trabajo, creo que no necesitaras un sitio donde vivir ya que de inmediato te mudarías a la casa. Solo podrías salir un día a la semana y eso con algunas reglas, ¿tienes algún problema con ello? —en realidad ese no era el mayor de mis problemas.

—No —respondí de inmediato.

—Mmm... ¿tienes familia? — se recargó en su asiento, cruzó sus brazos. La pose que tomo hizo desviar mi atención a sus musculosos brazos los cuales estaba cubiertos por las mangas de su playera que a pesar de ello me permitía ver lo ejercitado que estaba.