Capítulo 8

1.4K 94 3
                                    

Maddison...

Tarde más de lo que me hubiese gustado, pero en cuanto lo hice puse mis manos sobre su pecho y lo aleje con tanta fuerza que cayó al suelo.

—¡Que rayos pasa contigo! —grite. Estaba furiosa por lo que acababa de ocurrir —Eres un... ¿cómo demonios te atreves a besarme? —ghghgh.

Tenía tantas ganas de golpearlo por haber actuado de esa manera.

¿Quién diablos se creía?

Quizás estaba actuando de forma irracional, pero estaba molesta. Él no tenía derecho.

—Lo siento yo —dijo levantándose del suelo.

Se veía desconcertado y estaba segura que al ver mi cara se percató de que un lo siento no resolvería lo que acababa de ocurrir.

—Esa fue la razón por la que me trajiste hasta este lugar, para aprovecharte de mí —se acercó, al mismo tiempo que yo comencé a retroceder, no permitiría que se acercara.

—Addy. De verdad lo siento, lo que te dije hace unos minutos es verdad. Tú me gustas y mucho. Lamento haberte besado sin tu consentimiento, yo creí que el sentimiento era mutuo —intento tocar mi mano, pero la aleje —Te prometo que no lo volverá a ocurrir —por supuesto que no dejaría que intentara algo así nuevamente.

—Ten por seguro que no volverá a pasar —comencé a caminar lejos de él.

Por supuesto que él no se daría por vencido ya que de un ágil movimiento tomó mi mano ejerciendo fuerza, acto que hizo detener mis pasos.

—Por favor —suplico —Discúlpame... te prometo que no volveré a intentarlo. Por favor te pido que no me dejes de hablar, te considero una gran amiga, de hecho, eres mi única amiga. Dame la oportunidad de disculparme por lo estúpido que fui —sus ojos se veían llorosos, una parte de mí quería creer en su arrepentimiento, pero la otra deseaba da le un fuerte golpe en su perfecta cara.

—Solo mantente alejado de mi —me liberé de su agarre y salí prácticamente corriendo.

Sentí mucho coraje por lo que había ocurrido. Me sentía traicionada y más porque lo consideraba mi amigo, no sé cómo llego a pensar que tenía algún interés amoroso.

¡Maldición!

Trata de tranquilizarte Maddi, vamos no seas tan dramática y piensa bien, estas molesta por el beso de Samuel o en realidad tratas de desquitar tu enojo con él; solo porque Alexander no se ha comunicado contigo.

—¡Hey que pasa contigo! —al entrar furiosa a la casa no me fije y lo primero que hice fue chocar con Joe —¿Esta todo bien? —pregunto al ver mi semblante.

—Disculpa, venia algo distraída —distraída, confundida, molesta, pffff, no acabaría nunca de mencionar como me sentía, pero estaba segura de que a él no le importaba para nada mi estado de ánimo.

—A ti te andaba buscando, tenemos trabajo que hacer —su mirada se dirigió detrás de mí, por lo que supuse le hablaba a Sam.

—Estoy ocupado —le respondió Sam sin interés alguno —Addy necesitamos hablar —yo aún estaba dándole la espalda.

—Samuel. No estoy jugando, ahora andando que tenemos que ir a la bodega norte, hay serios problemas ahí —pero a Sam no le importaban las palabras de su hermano pues se acercó a mi para tratar de hablar.

Intento decirme algo y digo intento ya que la voz de su hermano lo detuvo.

—Dije ¡AHORA! —aquel grito me sorprendió, tanto que di un pequeño brinco.

En manos de la Bestia Where stories live. Discover now