Capítulo 13

1.3K 94 3
                                    

Maddison...

Ojalá hubiese sido una de esas pesadillas de las que podías despertar, pero no. Nada de eso era un sueño, todo era una cruel realidad.

—¡Oh por Dios! —limpie mis lagrimas —¿Qué le hicieron? —mi cuerpo temblaba al ver lo brutal que habían sido.

—Todo es tu culpa.

—Lo siento —no mi disculpaba con esos hijos de perra —Perdón —mis palabras eran para él, por permitir que lo lastimaran de esa forma.

—Deja el drama. Alguien tenía que pagar por tu falta de compromiso —me era difícil de creer tanta crueldad.

Limpie mis lágrimas, tome aire y avance hasta donde estaba su cuerpo.

Me hinque para sostenerlo entre mis brazos, aquel desgarrador quejido no sería olvidado jamás. Necesitaba que él supiera que estaba ahí, que haría los que fuera por ayudarlo, acaricie su cabello con tanta delicadeza, temiendo que pudiese lastimarlo.

—Perdón. Perdón —susurre, aferrándome a su cuerpo —Te sacare de aquí, lo prometo.

Intento abrir sus ojos, solo logro hacerlo con el que estaba menos inflamado. Mi corazón se hizo añicos, su mano busco la mía aferrándose a ella con fuerza.

—Estoy aquí —bese su frente, apretándolo a mi cuerpo temiendo que le causara más daño.

—Maddi —subió su mano hasta mi mejilla, limpiando mis lagrimas con su pulgar.

Verlo en ese estado y aun preocupado por mí, era un fuerte golpe.

—Te prometo que saldremos de aquí.

Acaricie su cabello durante un largo rato, aferrada a su lastimado cuerpo, los sostuve entre mis brazos como si fuese un bebé; susurrándole una y otra vez que lo sacaría de ahí, prometiendo que todo estaría bien.

No quería que nos separaran, quería proteger su cuerpo, pero uno de los hombres se acercó para llevárselo.

—No, por favor. No ——suplique.

Me odiaba por no hacer nada, más que llorar al ver cómo sin ninguna piedad esos desgraciados se lo llevaban, lastimando su cuerpo.

—Deja el drama —me quedé escuchado las palabras de aquel hombre que había arruinado mi vida —Si de verdad te importara, no hubieses faltado a nuestra cita —jamás había pensado en asesinar a nadie como deseaba asesinarlo a él.

—No fui mi intención —bostezo, mostrando desinterés, aun así, continúe —Tuve un accidente — a pesar de que era obvio, descubrí mi hombro, dejando que viera mi herida.

Sabía que no podía borrar lo que habían hecho, el castigo por faltar a mi cita ya había sido aplicado, pero haría lo que estuviera en mis manos para que esos desgraciados no volverían a dañarnos de esa manera.

— Estuve inconsciente por dos días, en cuanto desperté hice lo posible por ponerme en contacto con ustedes. Juro que no fue mi intención dejarlos esperando, tengo lo que me pidieron se los puedo dar ahora mismo. Por favor solo déjenme estar con él.

Guarde silencio en espera de que mi verdugo dijera algo.

—Si crees que, por mostrar esa estúpida herida, vas a conmoverme. Eres muy ingenua.

—Solo déjenme entregarles lo que me pidieron.

—Bien. Te daré una oportunidad ya que no ha sido culpa tuya. Por lo menos no del todo.

—Gracias.

—Dejare que estén juntos, después hablaremos seriamente —hizo una seña con sus manos para que unos de sus gorilas me llevasen.

En manos de la Bestia Where stories live. Discover now