Capítulo 7

1.6K 98 4
                                    

Maddison...

Seguía prácticamente en la misma posición desde que él se había marchado, recostada en la cama en forma fetal. Mis pensamientos estaban fijos en un solo rumbo, en mi cabeza daba vueltas una y otra vez el mismo pensamiento.

Decir la verdad.

No estaba segura de cuál sería su reacción, de algún modo eso me causaba terror. Aun así, estaba decidida a hablar con la verdad.

Las horas pasaron y Alexander no daba señal alguna, prácticamente estuve observando mi celular cada minuto esperando algún tipo de mensaje, pero no había nada. Cero señales de Alexander ni mucho menos de Sam; lo cual era extraño ya que se suponía tenía que volver al trabajo.

Trate de no pensar mal, era complicado no hacerlo, después de todo lo que había vivido lo últimos meses.

Después de cenar regrese a mi habitación, me recosté sobre la cama, por Laguna razón sonreí ante el recuerdo de lo que había pasado, por mucho que quisiera negarlo recordar lo que él había dicho me daba esperanza a poder ser feliz.

Quizás debí confesar mis sentimientos, pero mi cobardía era más grande y me era difícil después de darme cuenta que de alguna manera él aún tenía un lugar en mi corazón.

~~~~~~~~~~

—Tienes dos opciones —dijo aquel hombre —Aceptas o él se muere —sin esperar respuesta comenzó a golpearlo.

Sus quejidos hacían eco en mis oídos. No podía permitir que continuara con su ataque.

¡Basta! —grité aterrada al ver la sangre manchar su piel —Por favor deténganse —mis ojos estaban puestos en él, su rostro lleno de sangre por la brutal golpiza, sus quejidos me hacían temblar, si no se detenían lo matarían —Ya basta, por favor —caí de rodillas implorando en medio de lágrimas.

Deténganse —ordenó —Al parece nuestra chica ha entrado en razón —les hizo una señal a los matones que lo acompañaban —Estoy seguro que no tengo que volver a preguntarlo y aceptarás el trato — los tipos detuvieron la golpiza en espera de mi respuesta. Como si tuviese otra opción.

—¿Por qué yo? —la garganta me dolía, las lágrimas me impedían ver con claridad.

—Oh preciosa —acarició mi cara, sentí asco por su toque —Eso es lo de menos, lo que debe interesarte es que si aceptas vivirán, de lo contrario en este preciso momento una bala atravesará su cabeza —colocó su arma sobre mi frente —Ahora responde mi pregunta de una maldita vez —jalo el gatillo de su arma para causarme miedo, pero en lugar de responder cerré mis ojos y guarde silencio —Eres valiente y yo soy una persona que no se da por vencido, así que como veo que a ti no te importa morir, que te parece si lo matamos a él —cambio su arma de dirección, para colocarla en la frente de él.

—¡NOO! — grite aterrada —Por favor, no —suplique, observé sus ojos que no perdían el contacto con los míos —No. No le hagan daño, por favor no...


~~~~~~~~~~

Abrí lo ojos al mismo tiempo que me levantaba de la cama, quedando sentada sobre ella, mi respiración estaba acelerada.

Fue un sueño, todo va estar bien. Tranquilízate Maddi, todo estará bien.

Me repetí una y otra vez, recostándome nuevamente me acurruqué sobre la cama abrazándome a mí misma; no sé cuánto tiempo paso hasta que las lágrimas dejaron de salir.

Continúe en la misma posición, acurrucada sobre la cama, al observar mi celular eran las cuatro de la mañana, Alexander aún no regresaba, tampoco había ninguna llamada.

En manos de la Bestia Where stories live. Discover now