𝙴𝚕 𝚂𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊 [camren]

☾︎ 𝚅𝙸 ☽︎

—Lauren...—repitió su nombre de la misma forma que Lauren lo hacía con el suyo, riendo.

—¿Qué haces aquí?—preguntó aún alterada por la visita.

"He venido por tí..." pensó Camila y sonrió de lado.

—Paso por acá a comprar unas cosas, y quería saludarte.—mintió.

—Eh...—Lauren peinó con su mano derecha su cabello y lo volvió hacia atrás, ese gesto se hacía costumbre para Camila—Aún tengo varios minutos de descanso, ¿quieres acompañarme?

—Encantada.—sonrió.

Ambas se sentaron en la muralla de protección. Teniendo sus pies colgando hacia el vacío, Lauren fue la primera en sentarse, para después darle la mano a Camila y ayudarla.

—Clarice me dijo que estabas aquí, cuando pregunté por tí...—susurró Camila luego de unos minutos de silencio—Espero que no te haya molestado que interrumpiese tu descanso...

—Para nada.—negó Lauren—Ha sido lo más interesante que ha pasado hoy, en estas cuatro paredes blancas y aburridas, de cierta forma.—sonrió de lado, aún abrumada por la presencia de la chica, y por los pensamientos que tenía antes que ésta llegase a su lado.

—Me alegro de ello.—correspondió Camila.

Pasaron varios minutos en silencio, dejándole al viento y a las estrellas, contar las historias y anécdotas que sus bocas se negaban a decir.
El viento refrescaba y alborotaba sus melenas sueltas, de vez en cuando cerraban los ojos por su intensidad, pero los reabrían para seguir observando las estrellas que alumbraban la concurrida ciudad.
Las estrellas esa noche brillaban, brillaban felices y elocuentes.

¿Por qué? Se preguntaba Lauren mentalmente. Casi nunca lo hacían así, siempre estaban en el cielo, era cierto, pero casi nunca la alumbraban de tal forma, que se sintiese en casa. Que por un microsegundo, dejara a un lado su fuerte realidad, para permitirse ser y sentirse, una brillante estrella fugaz, bailando y recorriendo el cielo con luz y alegría.

Porque están enamoradas ésta noche; respondió Camila a la pregunta de Lauren, sin siquiera saberlo. Brillantes y enamoradas, alumbradas las unas de las otras, creando una armonía entre ellas, y junto con su brillo distinto, creando varios matices en el cielo azul y negro estrellado. Sólo a observarlas, se sentía en otra galaxia, en otro mundo y universo.

¿Podría acaso ser posible? Se preguntó la Latina, desviando su vista a la ojiverde, quien estaba perdida en la noche estrellada.

Lauren, al sentir la mirada sobre ella, desvío sus ojos y los posó en los de la morena.

—¿También te gustan las estrellas?—preguntó Lauren, volviendo su vista al cielo.

Sí.

Camila imitó el gesto, quedándose observando un punto en el cielo específico.
El mismo punto que casualmente, observaba Lauren.

Como si se tratase de magia, o de párrafo de cuento. En ese mismo instante, una estrella fugaz pasó justo donde sus miradas estaban grabadas. Tal cual como si las estrellas se hubiesen puesto de acuerdo para ello.

—¿¡La viste, Lauren!?—preguntó Camila emocionada, y con el corazón acelerado—¡Era una estrella fugaz!

Lauren reprimió su sonrisa de bebé, puesto que también la había visto, y le dió una mirada dulce a su acompañante.

—Pide un deseo, y verás que se cumplirá.—sugirió Lauren, sonriendo.

—¿Tú ya lo pediste?—preguntó la latina.